No hay muchas instituciones en Europa que puedan decir que han sobrevivido nueve siglos sin interrumpir su actividad. La Cofradía de la Santa Caridad de Toledo, es una de ellas, que este domingo cumple 940 años de vida ininterrumpida.
Fundada en 1085, la Cofradía de la Santa Caridad nació para recoger los cadáveres de los pobres y abandonados, una herencia que mantiene hoy con su trabajo en la pastoral penitenciaria, exclusión social y apoyo a personas sin hogar.
Es la cofradía más antigua documentada en España y en el mundo, según expertos en historia religiosa europea, una de las más veteranas en activo del continente.
Una historia escrita en sepulcros
En un comunicado, la institución se reivindica como «cristianismo en estado puro» y afirma que su historia está «escrita en sepulcros», ya que la cofradía nació en tiempos donde no había servicios sociales ni cementerios municipales.
Según explican la Cofradía de Toledo va más allá: «No ha parado ni un solo año desde que se fundó. Ni en las guerras, ni durante las epidemias y las pandemias, ni bajo las bombas, ni en la modernidad líquida. Ha cambiado su forma de operar, pero no su esencia: servir al último».
En este sentido, han explicado que a día de hoy, la cofradía colabora estrechamente con Cáritas Diocesana de Toledo en la pastoral penitenciaria, en la inclusión social de personas sin hogar, en la atención a familias sin recursos y en el acompañamiento espiritual a enfermos terminales y personas en soledad.
«Esta cofradía no fue fundada para desfilar, sino para servir» han asegurado.