Los destinos de sol y playa suelen ser los preferidos por los veraneantes en los meses de más calor, aunque en la ciudad de Toledo, los turistas tienen como aliadas a las estrechas calles del Casco Histórico de la ciudad, donde habitualmente hay sombra precisamente por la poca distancia entre los inmuebles, para hacer frente a las altas temperaturas.
En una entrevista la presidenta de la Asociación regional de guías de Castilla-La Mancha, María del Valle, ha enumerado las estrategias que ponen en marcha los guías de turismo las semanas más calurosas para «combatir el calor y poder realizar las visitas» que a diario les solicitan los turistas.
Evitar las visitas en las horas centrales del día
La principal medida, ha afirmado Del Valle, es «evitar realizar las visitas turísticas en las horas centrales del día», aunque ha admitido que «cuando no hay más remedio que trabajar y hace calor» intentan aliviarse «con botellitas fresquitas de agua» y utilizando «sombrillas y abanicos, crema solar, sombreros y ropa fresquita».
Aunque del Valle ha indicado que la mayoría de los turistas son conscientes del tiempo que hace y se preparan adecuadamente para disfrutar del recorrido, los guías les recomiendan ciertas pautas para hacer llevadera la visita, como llevar «ropa adecuada» y beber agua, aun cuando «no tengan sed».
Del Valle ha explicado que en función de las temperaturas, se modifica el itinerario a recorrer, buscando la sombra y lugares frescos, y ha destacado que es una «suerte estar en Toledo», ya que tiene calles estrechas con muchas sombras.
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Otra estrategia «por supuesto», es intentar llevar a los visitantes dentro de los museos, «donde la temperatura es mejor que la del exterior», algo que agradecen tanto los guías de turismo como los turistas.
Visitan todo tipo de edificios
En este sentido, Del Valle ha afirmado que los veraneantes agradecen visitar todo tipo de edificios, como la iglesia de Santo Tomé, donde se puede ver la famosa obra del Greco «El entierro del Señor de Orgaz», o la Sinagoga del Tránsito, que alberga el Museo Sefardí, además de conocer otros espacios más conocidos, como la Catedral, el Alcázar o el Monasterio de San Juan de los Reyes.
Además, para evitar que uno de estos espacios registre una gran concentración de turistas o que se formen largas colas, los guías de turismo han creado un chat grupal, en el que informan al resto de los compañeros de sus itinerarios, aunque ha reconocido que no suele ser habitual que se produzcan aglomeraciones en los puntos turísticos.
Para evitar estas concentraciones de turistas también es de gran ayuda que Toledo tenga «una amplia oferta museística», ha valorado Del Valle.
Y cuando no queda más remedio que estar en la calle, las explicaciones «siempre bajo alguna sombrita», para cuidar no solo a los turistas, sino también a los propios guías.