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viernes, 29 de marzo de 2024
Antonio Velasco, junto hostal, cafetería y restaurante La Campana, y padre de Lucía, que ha conseguido que el negocio familiar se vuelva viral. Fotografía: Rebeca Arango
Antonio Velasco, junto hostal, cafetería y restaurante La Campana, es el padre de Lucía, que ha conseguido que el negocio familiar se vuelva viral. Fotografía: Rebeca Arango
Lucía Velasco, estudiante de periodismo, nos cuenta su historia viral - 18 mayo 2021

Pidió que Twitter hiciese su magia. Y lo consiguió. Quería dar un impulso al negocio de sus familia y la respuesta no deja de sorprender a la joven de 22 años que es protagonista de esta historia. Esa red social, criticada en muchas ocasiones por ser el lugar donde los haters vierten su odio, también tiene varias caras amables y en este caso lo ha hecho en forma de solidaridad con el hostal, cafetería y restaurante La Campana, en el casco histórico de Toledo, cuyo gerente es Antonio, el padre de Lucia.

«Llevamos unos meses horribles, todo oscuro, te metes en Twitter y hay gente discutiendo por cualquier cosa, y que de repente con un mensaje, ya sea el mío o de otras personas, la gente lo apoye, tenga un minuto para para escribir y decir que se van a pasar por allí, que te intenten ayudar, a mí me ha reconciliado un poco con la red social, porque había días que decía ‘no entro’, lees a alguien con una barbaridad y que le insulta el resto, quiero pensar que la gente está muy crispada y ahí se desahoga», cuenta a encastillalamancha.es.


Un tuit viral que ha llenado las reservas del hostal

Ella es Lucia Velasco, estudiante de último curso de periodismo, quien harta de ver cómo la agónica situación de la pandemia estaba asfixiando también al negocio de su familia trató de echar una mano y terminó consiguiendo un tuit viral, que ya lleva miles de retweets y ha ayudado a que las reservas del hostal estén casi llenas en las próximas fechas e incluso con algunas para verano.

Y es que la joven periodista comenzó desde hace meses a llevar las riendas de las redes sociales del negocio, intentando impulsar la clientela local, puesto que es una época en la que los habituales clientes, turistas de todas partes del mundo y trabajadores en el casco, por la pandemia ya no pisaban la calle Santo Tomé, una de las calles más turísticas de Toledo.

«Uno de los problemas que se ha visto con la pandemia en el casco histórico nos hemos quedado sin turistas y en el casco vive muy poquita gente. Los que trabajan muchos están en teletrabajo», explica Lucía Velasco.

 

Todo ello desemboca en una situación «muy complicada», por lo que su familia estaba haciendo «un gran esfuerzo por seguir trabajando en estos momentos tan difíciles«, tal y como explicó en su tuit viral.

El hostal ha sido uno de los pocos en Toledo que se han mantenido abierto durante estos meses, sobreviviendo gracias a algunos trabajadores que ahí se alojaban, pero la cafetería no se reabrió hasta Semana Santa, aunque los clientes tampoco terminaban de llegar.

«La calle siempre estaba vacía, desde que mi padre llegaba hasta que se iba. Nos mandaba fotos y nos decía: ‘mirad cómo está la calle‘», relata Velasco, que recuerda que esa zona del casco suele estar llena de gente, ya que está muy cerca de la iglesia donde se expone el cuadro del Señor de Orgaz y que ahora, al no haber turistas, muchos establecimientos no han llegado a abrir.

Reconocimiento al esfuerzo de quienes se arriesgan en pandemia

Velasco asegura que con esto no ha «salvado» el negocio familiar, pero sí le ha dado un buen impulso, aunque ella ha querido ser honesta y se solidariza con la gente que ni siguiera ha podido levantar la persiana de los establecimientos. «Hay gente que está peor, que no ha podido abrir directamente», lamenta.

También quiere poner en valor el trabajo y esfuerzo por mantener los negocios en pie a pesar de las complicaciones, más teniendo en cuenta que se trata de un local que no tiene terraza. «Lo fácil sería decir: cierro y cuando se pase abriré, pero los gastos fijos están ahí«, subraya.

Por ello, pese a esta situación que «ha afectado al negocio», celebra que se reconozca el esfuerzo que se está haciendo «arriesgando para abrir», como ha sucedido en este caso.

Una bonita historia en medio de la pandemia, que también ha servido a Lucía Velasco como una pequeña práctica improvisada de trato con los medios de comunicación, porque después de ola de Twitter ha llegado la de llamadas de periodistas. «Ha sido una semana bastante estresante, estoy terminando la carrera, haciendo el trabajo de fin de grado…», explica, y aunque reconoce que no se esperaba «tener tanta repercusión», la recompensa con el impulso al negocio familiar, bien merece la pena.

Como periodista ya ha contado su primera historia viral y ya le ha dado pasa sacar las primeras lecciones para triunfar, comprobando que no solo triunfan las estrategias más pensadas, sino también «las cosas más sencillas», aunque todas suelen conjugar una cosa: ser una buena historia.

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