Este lunes se ha colocado la primera piedra del nuevo hábitat del lince ibérico en la finca El Borril, situada en el término municipal de Polán (Toledo), un proyecto que servirá de «herramienta de sensibilización y conocimiento para las futuras generaciones, demostrando que el desarrollo sostenible es posible y necesario».
De ello ha informado la Diputación de Toledo en nota de prensa, en la que la presidenta Concepción Cedillo ha detallado que el nuevo hábitat, diseñado bajo criterios de sostenibilidad y bienestar animal, reproducirá fielmente las condiciones naturales del entorno del lince ibérico, especie emblemática de la fauna ibérica y símbolo de la recuperación ambiental en España.
Se destinan 400.000 euros al proyecto
Para esta actuación, la institución provincial ha destinado 400.000 euros, disponiendo, cuando acaben las obras, de una superficie total de 1.560 metros cuadrados, de los que 1.028 se destinarán a la zona de exhibición al público. El resto de la superficie del recinto se destina a las zonas de acceso y manejo de los animales en cautividad.
En el recinto destinado a la observación de los linces se instalará un observatorio-mirador con pantallas de cristal al que se accederá por una rampa de madera integrada en el entorno y en armonía con el resto de instalaciones de observación de la senda.
Asimismo, se instalarán elementos educativos y divulgativos sobre el lince ibérico y el monte mediterráneo, que ayuden a conocer la biología y función ecológica de la especie en el ecosistema.
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Abrirá en medio año
Está previsto que las obras finalicen a principios de 2026, momento en el cual el nuevo hábitat se abrirá al público como parte de los recorridos guiados habituales de la finca.
La presidenta de la Diputación de Toledo ha querido por ello remarcar la importancia de crear un espacio para la conservación del lince ibérico, «reforzando el carácter didáctico del Aula, que amplía su potencial para seguir formando a los miles de escolares, docentes y visitantes que cada año pasan por estas instalaciones».
La incorporación de un espacio dedicado al lince ibérico refuerza el papel de El Borril como aula abierta en defensa de la biodiversidad y la concienciación ecológica.
El nuevo hábitat quedará instalado en la «Senda de los animales», un recorrido circular de entre 1,2 y 4 kilómetros donde se pueden observar una amplia variedad de fauna y flora propia del bosque mediterráneo.