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sábado, 27 de abril de 2024
El mono del orinal que sostiene un libro al revés. Os contamos dónde se encuentra, porque es digno de ver. Foto: Rebeca Arango.
El mono del orinal que sostiene un libro al revés. Os contamos dónde se encuentra, porque es digno de ver. Foto: Rebeca Arango.
Qué ver en Toledo - 25 junio 2023 - Toledo

Visitar Toledo bien merece unos cuantos días. Seguro. No en vano, numerosos turistas de todo el mundo que pasan por Madrid no dejan de visitar la Ciudad Imperial, que tienen a 25 minutos en AVE o a 50 en vehículo. El casco histórico y las joyas que hay en su interior, las vistas de una silueta impresionante… y numerosas curiosidades que en muchos casos no vienen en las guías tradicionales y que se descubren cuando estás sobre el terreno.


En este reportaje, cogidos de la mano de Almudena Cencerrado, una de las guías más renombradas de Toledo, vamos a conocer 12 lugares y una leyenda que, probablemente, son de las más preguntadas por los viajeros que arriban a la capital regional.

Las cadenas de los presos cristianos que…, el mono del orinal que es una «monada»…, los capelos cardenalicios situados sobre las tumbas de…, la piedra blanca sobre la que el caballo de Alfonso VI…, la mal llamada ventana más pequeña del mundo… Y unas cuantas más. Llenas de curiosidades.

Y que os pasamos a explicar a continuación…

Fotos | Qué ver en Toledo: el mono del orinal, los capelos, una piedra blanca… 13 curiosidades

Cadenas en la fachada del monasterio de San Juan de los Reyes

Es, seguro, una de las curiosidades en las que más se fijan quienes entran en el casco histórico de Toledo por la Puerta del Cambrón y nada más subir unos cuantos metros se topan de frente con el impresionante monasterio de San Juan de los Reyes. Y en su fachada principal están las famosas cadenas…

Cadenas que llevaban los cristianos cautivos cuando llegaron los Reyes Católicos y liberaron Granada, entonces capital del reino nazarí. Y que trajeron a Toledo como símbolo de liberación.

Cadenas en la fachada del monasterio de San Juan de los Reyes. Foto: Rebeca Arango.

Cadenas en la fachada del monasterio de San Juan de los Reyes. Foto: Rebeca Arango.

El mono del orinal en el claustro de San Juan de los Reyes

El monasterio de San Juan de los Reyes es una sorpresa continua. Y cuando vaya al claustro (alto y bajo), que es un espectáculo en sí mismo, podrá apreciar (en el bajo) la figura de un mono que está sentado sobre un orinal y tiene un libro al revés. Vestido con un hábito de monje, mira fijamente a… No te digo dónde está exactamente, juega a buscarlo.

Por cierto, para que te sitúes, en San Juan de los Reyes se conservan las águilas bicéfalas que datan del tiempo del emperador Carlos V, nieto de los Reyes Católicos. El claustro bajo se pensó como continuación del templo y tiene 30 metros de largo por lienzo, 4,20 metros de ancho y 8 metros de altura. El claustro alto tiene 4,60 metros de altura y es más austero que el bajo.

Y tienen que averiguar dónde está el mono…

Grafitis con sangre de toro en la Plaza Mayor

Seguros que muchos de los que han pasado por la Plaza Mayor, donde se encuentra el Teatro de Rojas, han visto estos grafitis rojos pero jamás han pensado ni se imaginan el sentido que tienen.

Cencerrado nos da la respuesta: «Son muy curiosos. Se celebraban corridas de toros y los grafitis se hacían en las fachadas con la sangre de esos toros en honor a alguien que se había licenciado. Por ejemplo, en Salamanca hay muchas. Generalmente se escribía el nombre del licenciado que había acabado su carrera o doctorado».

Capelos cardenalicios de la Catedral

Lo cierto es que la Catedral de Toledo es un sinfín de belleza, arte… y curiosidades. A quien entra le surgen unos cuantos interrogantes porque es tal la cantidad de historia que hay dentro que… Por ejemplo, los capelos cardenalicios, que podemos observar colgados del techo en diversas estancias.

De tela o de terciopelo rojo, son los sombreros (o capelos) de muchos de los cardenales que fueron arzobispos de Toledo y que se encuentran enterrados justo debajo de cada capelo. Enterrados en sepulcros de paredes o en lápidas en el suelo. La vida y la muerte…

Capelo cardenalicio en la Catedral de Toledo. Foto: Rebeca Arango.

Capelo cardenalicio en la Catedral de Toledo. Foto: Rebeca Arango.

La firma de Gustavo Adolfo Bécquer en San Clemente

El gran poeta del posromanticismo, Gustavo Adolfo Bécquer, dejó su firma en la fachada del convento de San Clemente. Hablamos del siglo XIX y aunque se encuentra a cierta altura, se aprecia perfectamente, como pueden ver en la imagen de Rebeca Arango.

La maravillosa historia, que siempre vuelve…

Piedra blanca de la mezquita del Cristo de la Luz

Obviamente, la mezquita del Cristo de la Luz es una de las joyas de Toledo. Una mezquita o pequeño oratorio califal que dos siglos más tarde se convirtió en iglesia añadiendo un ábside que dio lugar al estilo mudéjar. Se la considera un ejemplo único de supervivencia del arte de Al-Ándalus.

Bien, pues en la calzada por la que podemos acceder veremos una pequeña piedra blanca sobre la que la leyenda dice que se arrodilló, y no quiso avanzar más, el caballo del rey Alfonso VI cuando entró a reconquistar Toledo. ¿Por qué? Porque había un Cristo detrás de un tabique, que estaba alumbrado por una lámpara, y que había estado oculto durante los siglos de la dominación musulmana. Por lo que ya saben también por qué se llamó mezquita del Cristo de la Luz.

Los toldos del Corpus, ¿para proteger del sol?

La mayoría de los turistas extranjeros que llegan a Toledo durante las fechas previas o posteriores a la celebración del Corpus Christi no saben exactamente la realidad de los toldos que se colocan por diferentes calles del casco histórico. O, para ser más exactos, piensan que se ponen en las alturas única y exclusivamente para proteger del sol, que en esas fechas suele pegar de lo lindo, a los viandantes.

Les llaman mucho la atención, pero no conocen el sentido religioso de los famosos toldos que, en realidad, se convierten en un inmenso palio que protege el recorrido de la Custodia de Arfe durante la procesión.

Pequeñas teselas cerámicas y metálicas de la Judería

Cuando camines por la Judería toledana te vas a encontrar, adosadas al suelo generalmente, pequeñas teselas en cerámica y en metal. De tres tipos diferentes: una palabra en hebreo que significa «vida»; otra que representa el mapa de la Península Ibérica (España y Portugal) donde se lee, de derecha a izquierda, «Sefarad» en hebreo; y la tercera es la menorah, que simboliza la iluminación universal en forma de candelabro de siete brazos.

Placa metálica en la Judería. Foto: Rebeca Arango.

Placa metálica en la Judería. Foto: Rebeca Arango.

Alfileritos de la hornacina de la calle Alfileritos

¿Qué hacen, de forma eterna, diferentes alfileres en la hornacina que contiene en su interior una imagen de la Virgen que hay en la calle Alfileritos, en el casco histórico? Una calle larga y estrecha que va desde la plaza de San Vicente hasta una zona muy cercana a la plaza de San Nicolás.

Pues los alfileres están asociados a la bella María, quien encontró el amor de su vida y, según la cual, hay que venir a Toledo y poner un alfiler en la hornacina porque, de esta forma, encontraremos el amor de nuestra vida. ¿Te apuntas? Claro, ya has averiguado también por qué se llama calle Alfileritos, ¿verdad?

Tejaditos de algunas calles… o los famosos cobertizos

Los famosos cobertizos de Toledo. ¿Qué son? Una construcción a una determinada altura que sirven para comunicar dos edificios. Si nos situamos siglos atrás, era una forma de evitar salir a la calle. La mayoría de las calles estaban cubiertas por estos cobertizos, hasta que la reina Juana I de Castilla ordenó que los quitaran por cuestiones de salubridad.

Desaparecieron muchos, pero se conservaron unos cuantos que, cómo no, hoy son una gozada para la vista y el pensamiento. Los turistas no dejan de preguntar qué son y para qué sirven.

Entre los más conocidos podemos citar el cobertizo de Santo Domingo el Real, los de Santa Clara, el de San Pedro Mártir, el de Doncellas, el de Pozo Amargo o el de la calle del Ángel.

La mal llamada ventana más pequeña del mundo de la calle Sillería

Ni es una ventana ni es la más pequeña del mundo, es un caño de una fuente con inscripciones en árabe, pero alguien debió escribirlo en una guía y se extendió como que era la ventana más pequeña del mundo. Esa fachada es bastante reciente y lo que hace es «reciclar» diversos elementos históricos. Por ello podemos ver un relieve romano, el caño de la fuente árabe, algún relieve visigodo… En definitiva, una fachada bastante interesante y una calle muy bonita.

La mal llamada ventana más pequeña del mundo, que no es ni ventana... Foto: Rebeca Arango.

La mal llamada ventana más pequeña del mundo, que no es ni ventana… Foto: Rebeca Arango.

El Arco de la Sangre que da acceso a Zocodover

La pregunta que hacen muchos turistas «es por qué tiene este nombre tan impactante». Y es que sangre siempre lo asociamos a muerte. Pero tiene una explicación muy lógica, y es que sobre el Arco de la Sangre, por el que se accede a Zocodover a través de la calle Cervantes, hay una capilla en el que se encuentra el Cristo de la Sangre. La cofradía de la Santa Sangre da nombre a este singular arco. No hay matanza alguna de la que preocuparse…

…y la famosa Noche Toledana

Lo que no sucede con el famoso dicho de «he pasado una noche toledana», donde sí hubo una matanza… También conocida como «la jornada del foso». Os contamos.

La historia dice que ocurrió en la zona del Paseo de San Cristóbal. Año 812, época califal, cuando gobernaba en la ciudad el joven Jusuf, cuyo comportamiento era muy cruel con los toledanos, quienes se levantaron en armas, le detuvieron y ejecutaron. A partir de ahí vino la venganza…

Porque enterado el califa, llamó a su fiel servior Amru, padre de Jusuf, y le contó lo que había sucedido. Amru le pidió que le enviara como gobernador a Toledo para«enmendar» los errores de su hijo. Y así fue durante cierto tiempo, se ganó el respeto de los vecinos, hasta que decidió sacar su verdadera cara.

Fue en una recepción al hijo del califa, que pasaba por Toledo camino de Zaragoza. Invitó a todos los nobles de la ciudad y estos, se calcula que unos 400, según iban llegando iban siendo degollados. Nunca se lo hubieran imaginado puesto que la actitud de Amru, hasta ese momento, había sido digna de elogio. La guardia del gobernador acompañaba a los nobles a una sala en la que… Decían adiós a su vida.

¡Vaya noche toledana!

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