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El Greco quiere más gente a su alrededor. Y más, y más… Por eso las colas de personas para ver «El griego de Toledo» son numerosas todos los días. Sobre todo en el Museo de Santa Cruz, donde se aglutinan algunas de las más espectaculares obras del pintor cretense que se han juntado en la capital regional para conmemorar el cuarto centenario de su muerte.
¡Si levantara la cabeza y viera lo que se le quiere una vez muerto!
El tremendo éxito de la exposición, junto a la expectación que ha despertado el resto de su obra, que se ha distribuido (en algunos casos ya lo estaba) por el Hospital Tavera, el convento de Santo Domingo el Antiguo, la capilla de San José, la iglesia de Santo Tomé y la capilla de la Catedral, ha provocado que se haya ampliado el horario para ver las «joyas» en el Santa Cruz. En concreto, ya se pueden disfrutar desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche.
Nadie quiere perderse al Greco.
El Greco ha dado más vida todavía, si cabe, a Toledo…