Es uno de los pueblos más singulares y bonitos de Castilla-La Mancha. Un entramado medieval con castillo y parador nacional, bañado por un embalse, en una preciosa zona natural que además tiene una joya escondida y poco conocida.
Hablamos de Alarcón, un pueblo de la provincia de Cuenca que guarda en la iglesia de San Juan Bautista un conjunto de murales impresionante, tanto, que hasta ha hecho que la Unesco las declarase como de interés artístico mundial, adoptando así protección.
El artífice de los Murales de Alarcón es Jesús Mateo, que en 1994 comenzó a desarrollar los primeros bocetos en este tempo desacralizado. Con una técnica impresionante e inspirado en la naturaleza y el hombre, Mateo creo en esta iglesia una obra de arte extraordinaria que es parada obligada cuando se visita la localidad.
Según el autor, su obra expresa mundos anteriores a la presencia del hombre en la Tierra, los orígenes de la vida, los sueños, la caverna iluminada, la bóveda celeste, la angustia, la vida y su finitud, con un expresivo lenguaje formal contemporáneo de gran dramatismo.
Jesús Mateo terminó las Pinturas Murales en noviembre del año 2002, dejando para el futuro una obra de arte que forma ya parte del mejor patrimonio artístico de nuestro tiempo.
Una Capilla Sixtina en Cuenca
Esta pintura mural que recuerda a la Capilla Sixtina de la Basílica de San Pedro es única por varios motivos. El primero de ellos salta a la vista: el esplendor por la ocupación total del espacio, algo que no tiene antecedentes. Además, está reservada a muy pocos la posibilidad de utilizar a modo de grandes lienzos las paredes de los edificios religiosos (artistas como Miquel Barceló sí han podido desarrollar así su trabajo).
Las pinturas murales de Alarcón son aún más únicas, si cabe, porque han sido realizadas por una sola persona y porque la obra ha sido financiada al 100 por 100 por la sociedad civil, adelantándose en el tiempo a lo que hoy es el crowdfunding.
Puedes ver una completa galería de los Murales de Alarcón en este enlace.
Sobre el autor y los Murales de Alarcón
En octubre de 1995 comenzó a trabajar en la iglesia con 50.000 pesetas y unos andamios prestados. Tras convencer al cura, el apoyo económico vino de unos mecenas que creyeron desde el principio en un creador, por entonces, desconocido. El mismo 1995 surgió la asociación cultural en la que se sustentó un proyecto que se prolongó durante siete años y que en sus orígenes tuvo un gran empuje con la visita que realizó la periodista Rosa Montero y al artículo que publicó en El País. La suya sería la primera de muchas visitas ilustres, personalidades del mundo de la cultura que han contribuido a dar un motivo más para ir a Alarcón, cuya iglesia de San Juan Bautista recibe al año a 35.000 personas.
Así, el último texto que escribió Ernesto Sábato habla de estas pinturas murales; el filósofo Gustavo Bueno publicó un ensayo sobre su obra en 1999; el escritor Fernando Arrabal le dedicó un extenso poema en francés; Federico Mayor Zaragoza (exdirector general de la Unesco) contribuyó con sus textos institucionales a la difusión de estas pinturas; José Saramago dejó testimonio de la impresión que le causó su contemplación… Surgidas de la inspiración del artista conquese, han servido de motor creativo para otros.
Pintor autodidacta, Jesús Mateo tuvo la oportunidad de iniciar su formación teórica en el seno de la biblioteca del Museo de Arte Abstracto Español. La formación técnica la desarrolla desde muy niño a partir de visitas a museos, talleres y, sobre todo, a través del trabajo solitario en el estudio. Desde muy temprana edad se decantó por este mundo de color y forma. Una exposición individual a los 17 años y varias colectivas le alejan rápidamente de las fórmulas expositivas convencionales. Renuncia progresivamente a los formatos convencionales y a los usos de comunicación tradicionales entre el artista y el público. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha y estudió Historia del Arte.
Cómo visitar los Murales de Alarcón
- De junio a septiembre: de viernes a domingo de 11:30 a 14:00 h y de 18:00 a 20:30 h.
- De octubre a mayo: de viernes a domingo de 11:30 a 14:00 h y de 16:00 a 18:30 h.
- Tarifas
- Visitas concertadas y grupos, previa cita, llamando a los teléfonos: 609 009 741 / 630 565 258
- Entrada normal: 3 euros
- Entrada de grupos (15 personas) y clientes de paradores: 1,5 euros
- Entrada gratuita: familias numerosas, desempleados, socios, menores 16 años.
Qué ver en Alarcón
Alarcón es una localidad que de La Manchuela Conquense, esculpida sobre la hoz del Júcar, que se alza sobre la llanura sobre un peñasco en el valle del río. Un lugar que, dado su enclave privilegiado, siempre ha sido una atalaya perfecta que servía como punto de control estratégico.
- Castillo de Alarcón
- Se trata de una construcción de origen árabe, que conserva todavía partes de esa época, pero que vio modificada su estructura en sucesivas remodelaciones en la Edad media.
- Entre sus elementos más destacados está la Torre del Homenaje, visible desde cualquier rincón del entorno y que preside imponente el paisaje de la zona.
- El castillo ahora es un Parador Nacional, sin duda un lugar privilegiado donde alojarse.
- Además, en este pueblo castellanomanchego encontramos mucho más patrimonio, como las obligadas visitas a la iglesia de Santo Domingo de Silos, la imponente Iglesia de Santa María, así como a las mencionadas pinturas murales.
- Embalse de Alarcón. Por si fuese poco, en esta localidad también encontramos el serpenteante embalse de Alarcón, que se abre paso por la escarpada hoz del Júcar, sin duda en placer para los sentidos.
- Por si fuera poco, Alarcón está perfectamente conectado, puesto que la autovía A-3 pasa muy cerca del municipio