La noche del jueves 3 fue el día elegido por Vicente Barrejón y Celia Madero, propietario del restaurante toledano La Orza, y enóloga de la bodega Pago Calzadilla, respectivamente, para llevar a cabo una cena maridaje donde la cocina de mercado elaborada por Barrejón, con interesantes matices de autor, armonizó a la perfección con los cuatro vinos que Madero, acompañada en esta ocasión por Paula Uribes Madero, además de hija aventaja alumna de Celia, había preparado para los exigentes comensales que se dieron cita en esa noche mágica, convertida en un estadio de texturas, sabores y olores.
La cena degustación arrancó con un pan tostado con aliño de tomate y un chupito de crema de calabaza, bañados con Opta 2007, cuyo final afrutado se ensamblaba a la perfección con ambos entrantes. Seguidamente, Vicente Barrejón, asistido inteligentemente en menesteres administrativos por su esposa Elvira, llevó a la mesa una brandada de bacalao y una sinfonía de setas estofadas, que formaron un gran concierto culinario maridado por el Calzadilla 2006.
Esto anunciaba una gran noche, y así fue. Faltaba catar el gran syrah de Pago Calzadilla. Llegó a la mesa el 2006, donde le esperaban unas vieiras con arroz negro y chipirones, tal vez, uno de los mejores platos de la actual gastronomía toledana. Y como colofón a esa noche de sabores, el Gran Calzadilla 2006, abrazado por lomitos de ciervo rustido con compota de manzana.
Cenas de este tipo no solo ayudan a entender más y mejor el mundo del vino. También sirven para potenciar el consumo moderado de un producto que es algo más que una bebida. Es cultura y forma parte inseparable de la gastronomía, hoy por hoy, uno de los principales atractivos turísticos de Castilla-La Mancha.