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En el Museo del Ejército de Toledo 21/11/2014junio 8th, 2017

Una carta, hasta ahora inédita, que remitió el médico que atendió al general Juan Prim tras su atentado describe que una de las balas que le hirieron estaba envuelta en algodón, una práctica usada para dirigir el disparo del trabuco y que pudo originar la infección a causa de la cual falleció.

Este documento del doctor Cesáreo Fernández Losada forma parte de la exposición temporal sobre el general Prim, con motivo del bicentenario de su nacimiento, que inaugurará el Museo del Ejército el próximo martes en tres salas del Alcázar de Toledo y que hoy ha sido presentada a la prensa.


El comisario de la exposición, el coronel José Federico Fernández del Barrio; el profesor de la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid José Antonio Sánchez y el director del Museo, el general Juan Valentín-Gamazo, han explicado la importancia de los documentos que se exponen, muchos de ellos inéditos.

El médico que atendió a Prim escribió una carta a su amigo Antonio Romero Ortiz, que fue ministro de Justicia en el Gobierno de Prim, cinco años después de la muerte del que fuera presidente del Gobierno, ocurrida en 1870.

Esta carta -fechada el 11 de julio de 1875- pasó a formar parte de la Colección Romero Ortiz, que fue legada al Alcázar de Toledo y parte de la cual se perdió durante la Guerra Civil aunque otra parte se conservó y ha sido catalogada por el Museo del Ejército en los dos últimos años.

Uno de los cientos de documentos de la Colección Romero Ortiz es esta carta, que recoge las mismas explicaciones que el expediente y el sumario judicial de la muerte de Prim y evidencia, según han dicho, que el general murió a consecuencia de la infección que le produjeron las heridas y, por tanto, no por estrangulamiento o apuñalamiento, que son tesis que se han apuntado.

Al profesor José Antonio Sánchez, que es un experto en el caso de la muerte de Prim, le llamó la atención que la carta describe «en un tono no oficial, sino hablando a un amigo» lo que sucedió.

El documento corrobora «lo que ya pensábamos y que la inmensa mayoría de los autores que han escrito sobre Prim han dicho: que murió a consecuencia de la infección derivada de las heridas que tenía», ha dicho el profesor Sánchez.

Prim recibió una herida en la mano y un dedo quedó colgando y el doctor se lo amputó «a los pocos minutos» del atentado. Un segunda herida fue en el codo. Y la tercera en el hombro, de donde extrajo siete balas de distinto calibre, la más pequeña de las cuales estaba envuelta en algodón.

«Esta bala envuelta en algodón supone un cuerpo extraño más y los cuerpos extraños que acompañan a las heridas son fuente de infección por definición», ha dicho Sánchez quien ha agregado que a veces se envolvían las balas con telas o algodón para cargar mejor el arma y dirigir el disparo del trabuco.

Una de las balas rompió la clavícula y el omóplato de Prim y estuvo a punto de romper la piel y salir por la espalda, pero no lo hizo por lo que Cesáreo Fernández Losada abrió la espalda y extrajo la bala.

Sobre esta incisión en la espalda el profesor Sánchez ha subrayado que la herida tenía que dejarse abierta -ahora se pone una cánula- para que salga la posible infección, y se hubiera suturado más adelante si hubiera sobrevivido Prim.

Además de esta carta, la exposición ‘Juan Prim y Prats, de soldado a presidente’ que será inaugurada el martes y podrá ser visitada desde el jueves 27 y hasta el 12 de abril de 2015, incluye más de 700 fondos procedentes de numerosos archivos y colecciones de todo el país.

El comisario ha explicado que la muestra no solamente desglosa la trayectoria de uno de los políticos y militares «más importantes» del siglo XIX, que fue un hombre «muy conflictivo y polémico», ha precisado, sino que repasa la historia de España entre 1814 -año en que nació Juan Prim y Prats- y 1870 -en que fue asesinado-.

En concreto, ha subrayado que el general Prim fue uno de los principales impulsores de la Constitución de 1869, que fue la primera constitución democrática española que recoge el sufragio universal, la libertad de prensa y la libertad religiosa, entre otras.

Así, forma parte de la muestra una caja de plata que habitualmente está en el despacho del presidente del Congreso de los Diputados y que, en su momento, contuvo la Constitución de 1869. 

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