El sueño del joven nadador toledano Javier del Cerro sigue muy vivo y coleando. Espoleado por varias trágicas experiencias familiares de muertes por cáncer, continúa con el proyecto «Mediterranean Challenge», consistente en unir a nado los 200 kilómetros de mar que separan Ciudadella, en Menorca, y la Playa de la Barceloneta, en Barcelona. Todo ello para recaudar fondos destinados a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). La fecha de la gesta es del 11 al 13 de julio.
Del Cerro, de tan solo 18 años, que milita en el Club Oriol Imperial de Toledo, ha salido encantado de la reciente entrevista con el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, que ha mantenido junto a sus tres compañeros de travesía: su tío Raúl del Cerro y sus amigos madrileños Abraham Trigo y Chema López, los tres con gran experiencia en este tipo de desafíos, lo que tranquiliza a Javier, un neófito.
Aparte de la buena impresión que le ha causado el alcalde, han arrancado de él el compromiso de gestionar los permisos que habrá que pedir para montar la feria a la llegada de la travesía, en La Barceloneta (en la que los patrocinadores montarán stands, AECC urnas, habrá macropaellas, etc.). Además de esto, Page les ha dejado la puerta abierta a una ayuda económica.
En cuanto a la búsqueda de patrocinadores, el joven nadador solidario afirma que la cosa va bien. Hasta ahora han hallado 20 esponsors («entre ellos Soliss, ISS, Celfis, Class Catamarans -que les cede la embarcación-, con contribuciones que oscilan entre los 50 y los 300 euros», matiza), pero destaca el apoyo y el interés mostrados por Telefónica, en cuyos edificios van a vender pulseras y de cuyos responsables han obtenido la iniciativa de promover entre los empleados la donación de unos cinco céntimos en sus nóminas hasta la fecha de la travesía, destinados al proyecto.
Otra de las acciones que ha propuesto Telefónica consiste en cobrar cinco céntimos de más en la máquina de café, e incluso doblar la cantidad que los tres nadadores vayan a obtener de sus patrocinadores. Hasta ahora llevan 10.000 euros solo por este concepto.
Pero les faltan 150.000 euros para destinarlos al proyecto psicosocial de AECC, consistente en la prestación de ayuda sicológica a los familiares de los enfermos y la ayuda en el acceso a los medicamentos de los enfermos.
Con todo, continúan los ingresos por otras vías: como la venta ya de 300 pulseras (que significan 6.000 euros), a lo que se suma la venta de gorras y toallas personalizadas.
Por si todo lo anterior fuera poco, los promotores de «Mediterranean Challengue» están muy gratamente sorprendidos de la enorme respuesta que ha tenido otro proyecto ligado a aquel: las 24 horas a nado que los próximos días 1 y 2 de marzo han organizado en Montecarmelo (Madrid). «Creíamos que no se iba a apuntar nadie y ya van 32 clubes», informa, o sea que van a reunir a cerca de 300 nadadores (cada club está compuesto por seis). Y lo más importante: cada entidad aportará 50 euros por la inscripción en la prueba, destinados a «Mediterranean Challengue», o sea a la AECC.
Lo dicho. La cosa tiene buena pinta. Y el joven Javier se entrena, y mucho, ya que a lo máximo que ha llegado a cubrir a nado y de seguido es 5.000 metros. En julio deberá cubrir 55 kilómetros más. Pero por una buena causa. Una gran causa. Ayudar a otros.