Álvaro Collado es uno de los grandes nombres propios de los Mundiales de Salvamento y Socorrismo que se han disputado en Holanda y con él ha hablado encastillalamancha.es. Este deporte, aunque no muy conocido para el gran público, cuenta con un tirón brutal para quien observa las pruebas y, recalca Collado, «tiene un gran atractivo para el espectador».
Álvaro Collado, quien todavía no ha cumplido los 18 años, está iniciando su andadura en la universidad estudiando Ingeniería Mecánica. Ha sido protagonista en las últimas fechas porque ha ganado siete medallas mundiales de Salvamento y Socorrismo sub-18, una de ellas de oro en el relevo de 4×50 obstáculos con el Club Oriol Imperial de Toledo, en la que bajaron el récord de España en cuatro segundos. El resto de medallas fueron: dos en relevos de clubes, otra individual con el club y otras tres representando a la selección española de Salvamento y Socorrismo.
Collado ya tenía experiencias de años anteriores en Gales y Montpellier y, estos 15 días de periplo holandés le han servido de confirmación como promesa de este «atractivo» deporte.
EL IMPULSO OLÍMPICO QUE NECESITA EL SALVAMENTO
Hasta en dos ocasiones se ha propuesto al salvamento como deporte olímpico, pero por desgracia para sus aficionados ha sido descartado las dos. Álvaro cree que si fuese olímpico «daría un gran salto cualitativo en la calidad y en los tiempos», pero sobre todo «sería bastante impresionante de ver», y termina con un anhelo: «Espero que algún día sea olímpico».
Comentando un poco cómo es este deporte, explica que «son pruebas muy diferentes» a lo que estamos acostumbrados, éstas son «más interesantes» porque ofrecen distintas alternativas en las que «casi nunca gana el favorito. Todas las pruebas dependen de gestos técnicos como enganches o arrastres«, que si «los haces mal en la final, alguien que estaba como tú te gana».
«SE TIENE QUE HACER POR HOBBY PORQUE NO SE PUEDE HACER PROFESIONALMENTE»
Competir en salvamento requiere dedicación y costearse en muchos casos los gasto derivados. En algunas ocasiones el Club Oriol recibe ayuda del Ayuntamiento de Toledo para ir a las competiciones. En esta competición recibieron algo de ayuda pero muchos compañeros de Álvaro tuvieron que costearse el viaje en furgoneta hasta Holanda.
«No hay casi ninguna ayuda», apunta el joven campeón, que reconoce que «como competidor no se puede vivir«.