La Unión Balompédica Conquense ha celebrado su Asamblea Ordinaria, en la que han quedado aprobadas las cuentas de la temporada, que arrojan un beneficio de 12.000 euros.
Según ha explicado el presidente de la Balompédica, Jesús Fernández, los gastos de la pasada temporada se han cifrado en 316.000 euros, a los que hay que añadir otros 40.000 euros como prima por el ascenso, una suma que se pagará con cargo a la próxima temporada, tras un acuerdo con la plantilla, que ha tenido un coste de 150.000 euros.
Fernández ha incidido en el hecho de que un coste tan bajo en la plantilla tuviera un «éxito deportivo tan importante», como ha sido el ascenso a Segunda División B.
«La culpa de ello la tuvo», a su juicio, «el grupo humano que hubo en el vestuario. Por ello, tanto yo como la directiva, nos sentimos orgullosos de estos jugadores y del cuerpo técnico porque han sido ejemplares», ha reconocido.
De cara la temporada que viene, Fernández ha reconocido que el club sabe «lo mínimo que se va a gastar, pero no lo que se va a ingresar».
En ese sentido, ha propuesto un presupuesto muy parecido al de la temporada pasada, es decir, entre 350.000 y 400.000 euros.
«Las instituciones dicen que somos el estandarte de Cuenca, pero no nos ayudan; las patrocinadores ya nos han avisado de que bajarán su aportación, el empresariado está como está, así que quedamos en manos de los socios. Si no conseguimos la cifra de 1.500 abonados, lo vamos a pasar muy mal», ha advertido el presidente del Conquense.
La Asamblea ha aprobado el coste de los abonos para la próxima temporada, que suben a 220 euros en la tribuna cubierta, 150 euros en el fondo cubierto y 100 euros para grada y fondo descubierto.
En sus intervenciones, los asambleistas han mostrado su enfado e indignación por el hecho de que las instituciones comprometidas en la rehabilitación de La Fuensanta no hayan sido capaces de terminar la obra.
El coste de la rehabilitación se cifró en más de 4 millones de euros, con aportación del Ayuntamiento de Cuenca y de la Junta de Comunidades a partes iguales, dentro del pasado plan de infraestructuras deportivas promovido por el Gobierno Regional.
Tras haberse invertido 3 millones, la obra está paralizada e inacabada, con las molestias y riesgos que eso conlleva.