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domingo, 28 de abril de 2024
Imagen de Alberola Rojas aplicando la ley de la ventaja ante uno de los intentos de Suárez.
Imagen de archivo de Alberola Rojas.
El delantero lo intentó por todos los medios - 27 febrero 2018

El cuero rodaba en el Camp Nou en el encuentro Barça-Girona correspondiente a la jornada 25 de La Liga Santander. A los mandos del silbato se encontraba el toledano Javier Alberola Rojas, el debutante más joven en Primera y que arbitraba por primera vez al Barcelona en liga.

El partido lo encarriló el Barça en la primera parte con cuatro tantos y en la segunda había alguien que quería forzar la quinta amarilla para descansar en la siguiente jornada, la que se disputa a partir de hoy. Era el goleador Luis Suárez, quien tras haber firmado un hat-trick y a punto de entrar en el descuento del partido, intentó por todos los medios ver el cartón amarillo, para de ese modo perderse el viaje a Las Palmas y poder asegurar su presencia en el duelo vital para La Liga frente al Atleti el fin de semana próximo.


Primero lo probó agarrando con descaro la pierna de Douglas Luiz en la cara del árbitro toledano, pero el brasileño salió del escarceo y Alberola aplicó la ley de la ventaja.

Poco tardaría en repetir. Saque de banda, Jordi Alba se encamina a realizar su función habitual, pero Luis Suárez le pide el balón y comienza bailotear sobre la línea de cal. Tras varios amagos, desiste de su provocación y realiza el saque, otro intento del que Alberola Rojas supo pasar perfectamente. A Suárez no le quedó otra que bajar los brazos y hacer un gesto de resignación. «No ha colado», pensaría el uruguayo.

Entonces llegó el intento a la desesperada. Suárez corre tras Maffeo, le empuja hasta en dos ocasiones y le agarra. Tampoco coló. Alberola Rojas señaló la falta en ataque, pero no le mostró la tarjeta porque no procedía, ya que era una acción en la que no había ningún tipo de peligro de contragolpe del Girona y con la falta era suficiente. Suárez, desesperado, levanta la mano con un dedo alzado diciéndole -una, solo necesito una amarilla-, y comienza a reírse al ver que no se la iba a mostrar. El toledano supo sobreponerse a uno de los jugadores más pillos, pero que en esta ocasión no se salió con la suya, ahora tendrá que intentar que no se la muestren en Las Palmas o pedirle a Valverde que no le alinee.

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