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Foto de una manifestación de agricultores en Toledo
"Y potencie la agricultura familiar" - 09 octubre 2021 - Toledo

Los agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha, que perciben el 13,6 % de las ayudas directas comunitarias en España, quieren que la nueva Política Agraria Común (PAC) trate a los productores de las diferentes regiones «por igual y potencie la agricultura familiar».

Un 35 % de los ingresos agrarios provienen de la PAC 

Alrededor de un 35 % de los ingresos en la agricultura proceden de la PAC en esta comunidad autónoma, que cuenta con alrededor de 100.000 beneficiarios que se reparten en torno a 1.000 millones de euros anuales, incluyendo los fondos destinados al desarrollo rural.


En medio de las negociaciones sobre la aplicación de la futura política agraria en España, el Gobierno y las organizaciones agrarias de la región han hecho frente común para defender los intereses de los agricultores y ganaderos castellano-manchegos.

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«Esta reforma nos va a permitir orientar las ayudas todavía mejor para conseguir el efecto deseado y potenciar un modelo de agricultura que, en nuestro caso, es agricultura familiar y de pequeñas y medianas explotaciones«, asegura el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo.

Mantener el número de perceptores

Su intención es mantener el número de perceptores, muchos de ellos empresarios y emprendedores rurales que están presentes en los pueblos y generan actividad económica en todo el territorio, especialmente en la comarca de La Mancha.

El 37,5 % de los beneficiarios son mujeres, un porcentaje por encima de la media nacional que el Ejecutivo regional atribuye al esfuerzo realizado por incorporar a jóvenes e impulsar la titularidad compartida de las explotaciones.

«El sector se está profesionalizando»

Los menores de 41 años, tanto hombres como mujeres, representan el 8,1 % de los perceptores y reciben el 15,4 % de los fondos, una muestra de que el sector agrario se está profesionalizando cada vez más, según la Consejería.

Martínez Arroyo apuesta por el modelo familiar de agricultura, que contribuye a la vertebración del territorio y por avanzar «lo más rápido posible» en la convergencia de las ayudas de la PAC en España para que los «productores se sientan tratados por igual» al margen de dónde estén sus explotaciones.

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A su juicio, hace falta orientar bien los ayudas y beneficiar a quienes «realmente consiguen las mejoras ambientales y necesitan apoyo para seguir adelante con su actividad».

Agricultores en primera línea

También las organizaciones agrarias y las cooperativas de Castilla-La Mancha apuestan por hacer converger las ayudas de la PAC para que no haya diferencias entre regiones.

El gerente de Asaja en Ciudad Real y miembro del grupo de la PAC en la organización nacional, Agustín Miranda, destaca la necesidad de apoyar más la figura del agricultor profesional, capaz de cuidar del medio ambiente y garantizar la alimentación de la población.

«Queremos que se haga una política agraria fundamentada en los temas agronómicos, porque en las luchas políticas nos encontramos los problemas», asegura Miranda, que reclama más prestaciones económicas en un momento «difícil» para los productores.

COAG: Que se igualen los pagos básicos en toda España 

El presidente de COAG en la comunidad, Ángel Galve, exige que se igualen los pagos básicos en toda España, ya que los agricultores de Castilla-La Mancha ganan de media 104 euros por derecho, frente a los 154 euros de la media nacional.

Según el Fondo Español de Garantía Agraria, Castilla-La Mancha percibió 779,6 millones en pagos directos y 238,7 millones para desarrollo rural en el ejercicio comprendido entre octubre de 2019 y 2020.

«Gracias a la PAC hemos sobrevivido»

Galve reconoce el papel que ha tenido la PAC en las últimas décadas, teniendo en cuenta que en la zona «hay muchos más años malos que buenos» por la falta de agua. «Si no fuese por la PAC, no se cubrirían los gastos en los años malos; gracias a ella hemos estado sobreviviendo», afirma Galve.

Desde UPA, su secretario general en Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, cree que la política agraria ha sido beneficiosa para el sector agroalimentario en su conjunto, incluida la industria, un motor económico que se ha modernizado en su búsqueda por aportar valor añadido y representa un 17 % del Producto Interior Bruto (PIB) castellano-manchego.

UPA: «Las ayudas no entienden de comarcas»

Morcillo coincide en que, para mejorar el alcance de las ayudas, estas deben desligarse de la producción y diseñarse sin diferenciar por regiones porque, con el aumento de los costes y las exigencias ambientales, de calidad y de seguridad alimentaria, «las ayudas no entienden de comarcas».

Por su parte, el director de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real, expresa el temor de que «se esté diseñando una PAC en los despachos que siga beneficiando más a las regiones que más cobraban».

Cooperativas: Por los fondos de desarrollo rural

Critica cualquier intento de diferenciación por región en los ecoesquemas (ayudas ligadas a prácticas sostenibles) y se muestra a favor de los fondos de desarrollo rural, como las líneas de inversión que les han ayudado a innovar y mejorar sus instalaciones.

La región alberga unas 450 cooperativas con 162.000 socios, que suman el 43 % del valor de la producción agraria castellano-manchega y en 2018 superaron los 2.200 millones de euros en facturación.

El vino, las frutas y hortalizas, el aceite de oliva y los cultivos herbáceos están entre sus principales producciones.

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