CCOO Castilla-La Mancha inicia una campaña de senbilización para que los trabajadores sepan qué es el estrés térmico y cómo prevenirlo y combatirlo, un problema de salud laboral que en la región afectó a 4 de cada 10 trabajadores el verano pasado, informó Raquel Payo, secretaria de diálogo social y salud laboral del sindicato en esta comunidad autónoma.
‘Ante el estrés térmico, prevención’
Payo ha dado una rueda de prensa en Toledo para dar los pormenores de esta campaña, coyo lema es ‘Ante el estrés térmico, prevención’. Según CCOO, el calor excesivo, que ha llegado para quedarse, es un «problema de salud pública». Payo asegura que el sindicato ya viene alertando del problema desde hace años, que además se agrava con el tiempo, así como de «la obligación empresarial de prevenirlo».
«Las olas de calor cada vez son más frecuentes. Y ya hay que hablar de estrés térmico, que es la carga neta de calor» que debe soportar el trabajador. Este problema de salud laboral tiene tres vertientes: las condiciones ambientales, la carga metabólica (física) y la vestimenta (por ejemplo, en los casos en que hay que llevar equipos de protección, los epis).
«El 70% de los afectados puede acabar en muerte»
Payo ha explicado que el estrés termico provoca los calambres y el golpe de calor. En este último caso, «el 70% de los afectados puede acabar en muerte».
El calor excesivo también lleva a la falta de concentración, «que lleva a cometer errores, y al agotamiento emocional que tiene quever con ello».
A juicio de CCOO, el estrés térmico es un riesgo laboral que afectó el verano pasado a 4 de cada 10 trabajadores, 317.000 personas en Castilla-La Mancha, por lo que la prioridad para el sindicato es «aumentar la sensibilización e intervenir en los centros de trabajo». En este marco, CCOO arranca una campaña de asesoramiento en cada sede sindical, para informar a los trabajadores.
El 35% de las consultas, por el calor
Raquel Payo informó de que el último verano, el 35% de las consultas atendidas por el sindicato tuvieron que ver con el calor, y de ellas, la mitad acabaron en denuncias.
Lo que quiere el sindicato es que los trabajadores reclamen unas buenas condiciones laborales, y en su caso, denunciar tras conocer los derechos que les asisten.
La dirigente sindical añadió que el problema se enfrenta a dos realidades: la de los centros de trabajo con altas temperaturas y la sola ventilación de la calle; y los trabajadores directamente expuestos al calor y las radiaciones solares. «Estos últimos colectivos son especialmente vulnerables y deben ser informados», subrayó. Este sector incluye la recogida de basuras, metalurgia, construcción, jardinería, carreteras y los expuestos a sustancias tóxicas.
Dos normas contra el estrés térmico
Ante el estrés térmico y el problema de salud laboral que acarrea, existen dos normas para prevenirlo y atacarlo: la propia ley de prevención de riesgos laborales (aquí incidió en la responsabilidad empresarial de cumplirla) y el decreto 4-2023 «que aborda los riesgos laborales asociados a fenómenos meteorológicos adversos, cuando la Aemet emite sus alertas.
En estos últimos casos -abundó Payo- el decreto marca las medidas extraordinarias que hay que tomar para proteger la salud del trabajador, que incluye la prohibición de trabajar en las horas de máxima radiación solar.
Payo dijo que CCOO «reclama a los empresarios que incluyan el estrés térmico entre sus planes de prevención, que adopten medidas contra el calor, y que establezcan medidas asociadas a cada uno de los riesgos».
«Que las empresas no minimicen esta situación»
«Que las empresas no minimicen esta situación, deben cumplir con la dos normativas», enfatizó.
Entre las medidas extraordinarias que establece el decreto mencionado, se encuentran la sustitución del proceso productivo, y, en los casos de exposición al calor solar, tomar prevenciones como establecer zonas de sombra y de pausas, que haya rotaciones para no exponer demasiado a los trabajadores y que haya equipos de protección y cremas de protección solar.
«Las olas de calor han venido para quedarse. Instamos a la responsabilidad del empresario», subrayó Raquel Payo, quien aseguró además que «las categorías más vulnerables son las que tienen más riesgo, aquellas en las que los trabajadores tienen poca autonomía para tomar medidas y los que menos representación sindical tienen».
Para Raquel Payo, «el excesivo calor está tan arraigado como algo natural, que su prevención pasa a un segundo plano, y es un error».
