El hombre que agredió al director del colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) ‘Rosa Parks‘ de Toledo cumplirá una pena de un año de prisión, tras el acuerdo alcanzado entre las partes antes del juicio que estaba previsto este martes en los juzgados de Toledo.
Así lo ha explicado en declaraciones a EFE el abogado de la acusación particular y del sindicato docente STE, José Emilio Rubio, que ha añadido que por el delito de amenazas y el de atentado a funcionario público el agresor ha sido condenado a un año de prisión, y a dos años y medio de prohibición de acercarse o comunicarse con el director agredido y con el centro docente; así como a una multa de 6 euros diarios durante dos meses, por un delito de lesiones leves.
Ha añadido que al tratarse de una persona con antecedentes penales tendrá que ingresar en prisión, y dado que la sentencia que ha comunicado ‘in voce’ la jueza es firme, ya que las partes han comunicado su intención de no recurrir, a partir de ahora toca ejecutar la pena.
Fotos | La comunidad educativa condena la agresión al director del CEIP Rosa Parks de Toledo
STE celebra que se impongan «sanciones ejemplares»
Por su parte el representante en Toledo del sindicato STE, Gonzalo Ballesteros, ha manifestado a Efe que ha sido «un trance muy complicado» y ha aplaudido la «valentía» del director agredido porque ha defendido que es necesario que se denuncien este tipo de sucesos y que se impongan «sanciones ejemplares».
Para Ballesteros, las amenazas o incluso agresiones a docentes «no son un acto puntual, es una conducta al alza» y ha lamentado la «ruptura entre la escuela y la sociedad» que se está produciendo.
Ha incidido en que «los docentes no somos el enemigo», y ha hecho un llamamiento a la clase política para ayudar a recuperar la confianza en la escuela y combatir el «desprestigio» a la figura de los docentes.
Los hechos sucedieron el 5 de febrero cuando los servicios de Protección de Menores se llevaron a unos niños del centro, y cuando el padre acudió a pedir explicaciones pegó un puñetazo en la cara al director, al negarse este a decirle dónde estaban los niños.
Ballesteros ha instado también a la Delegación de Educación a avanzar en la investigación que aclare por qué el director se encontraba solo en ese momento, cuando «tendría que haber presencia policial y el centro lo había solicitado».
Ha reconocido que el claustro se sintió «abandonado» y «no se puede concebir» que quedasen «desamparados» en un momento tan delicado.