Reyal Urbis, que desarrolló proyectos en Guadalajara y cuyo presidente, Rafael Santamaría, se hizo muy conocido por su amistad con José Bono, expresidente de CLM, protagoniza la segunda mayor suspensión de pagos de la historia en España. Su proyecto de construcción de una macrociudad a orillas del AVE en Yebes (Guadalajara) fue muy polémico y es hoy una zona fantasma.
La inmobiliaria Reyal Urbis ha comunicado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su Consejo de Administración ha acordado presentar concurso voluntario de acreedores ante los juzgados competentes, tras no haber podido alcanzar un acuerdo de refinanciación.
El endeudamiento financiero neto de la compañía, que presentó preconcurso el pasado 23 de octubre, era a finales del tercer trimestre de 2012 de 3.613 millones de euros, siendo las principales entidades acreedoras la SAREB, Banco Santander, el fondo Appaloosa (comprador de la deuda de Barclays) Banco Popular, FMS, Caixa Geral, EuroHypo, RBS y BBVA.
Además, la Hacienda Pública tiene pendiente de cobro casi 400 millones de euros.
Se trata del segundo mayor concurso de la historia de España, sólo superado por el de Martinsa-Fadesa, que alcanzó un acuerdo con la banca para pagar sus 7.200 millones de deuda en un plazo de hasta 10 años.
A mediados de 2011, Reyal Urbis comunicó al mercado que «ante el continuado deterioro de la situación general del sector inmobiliario» comenzaba un proceso de negociación con sus acreedores para garantizar su actividad en el medio y largo plazo.
Desde entonces, la dirección de la compañía, presidida por Rafael Santamaría, ha intentado alcanzar un acuerdo con los diferentes acreedores.
Según ha destacado la inmobiliaria en un comunicado, aunque la compañía cuenta «con un sólido patrimonio», el creciente deterioro del sector y la persistencia de la crisis han hecho más difícil la consecución de un acuerdo.
Reyal Urbis cuenta con una de las mayores carteras de activos inmobiliarios del sector, cuyo valor era de 4.194 millones en junio de 2012, según valoraciones realizadas en dicha fecha por la sociedad de tasadores independientes Jones Lang.
«Hemos constatado la buena voluntad de todas las partes negociadoras, pero al final no ha sido posible llegar a un acuerdo. Presentamos el concurso voluntario para garantizar la continuidad de la empresa y preservar los intereses de los clientes, proveedores, acreedores, accionistas y empleados de la compañía», destaca Santamaría en el comunicado.
«Estamos convencidos de que seremos capaces de encontrar una solución definitiva que nos permita salir del concurso y continuar nuestra actividad con plena normalidad, porque es la mejor situación para todas las partes», añade.
En el comunicado, la compañía informa de que continuará desarrollando su actividad, tal y como establece la Ley Concursal.
En el tercer trimestre de 2012 -fecha de los últimos resultados oficiales presentados por la empresa- Reyal Urbis tuvo un resultado neto negativo de 257 millones de euros.
La compañía tiene una plantilla de 420 empleados, de los cuales 137 trabajan en la actividad inmobiliaria y 283 en la hotelera.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha suspendido cautelarmente la cotización de Reyal Urbis.