Emilio Fernández García, fiscal superior de Castilla-La Mancha, se subleva con indignación ante el grave problema que la suspensión de juicios, casi siempre achacable a errores de la administración de Justicia, acarrea al sistema, pide alto y claro más medios humanos y tecnológicos para combatir desde las salas de enjuiciamiento una criminalidad que cada vez es más difícil de acotar, favorecida por el amparo del mundo sin límites ni fronteras de la red y por estados que les ofrecen cobijo y recursos casi ilimitados para sus fines.
Los “malos” tienen cada vez más posibilidades de ganar en el siglo XXI, ante una realidad que nada tiene que ver con la de los años 80, en los que entró en la carrera fiscal. Menores acosados y abusados, violencia contra las mujeres, explotación sexual o laboral sobre los más vulnerables de la sociedad, estafas por doquier en la red, robos y alunizajes de grupos violentes que vienen, delinque y se van haciendo a veces casi quimérica su persecución… La casuística parece inabarcable para los 89 integrantes del Ministerio Fiscal que tiene a su cargo, una cifra claramente insuficiente para la labor encomendada, en un territorio complejo y heterogéneo con más de 80.000 kilómetros cuadrados para delinquir, esconderse o escapar.
Sin embargo, Emilio Fernández sostiene que en Castilla-La Mancha la Fiscalía cumple plazos, que los retrasos no les son achacables y trata de que su labor se conozca y valore por la sociedad a la que sirven. En esta entrevista con ENCLM repasamos la realidad de la delincuencia en Castilla-La Mancha, el presente de las salas de Justicia, los retos de una comunidad con importantes núcleos de población pegados a Madrid, el gran supermercado de delitos, y las demandas que plantea para mejorar la situación.
«El delito más habitual del cibercrimen son las estafas»
Nos dijo el año pasado que la ciberdelincuencia crecía espectacularmente… ¿Qué tipo de delitos se dan más en esta área?
Tenemos un gran problema con la ciberdelincuencia, que es la cifra negra. Incluso con lo conocido y denunciado, estamos en la cuarta parte de la delincuencia global. Además de ser fiscal, soy ciudadano y yo mismo recibo estos ganchos de phishing en mi teléfono, que son actuaciones delictivas; conozco gente que ha sido objeto de una infracción normalmente contra el patrimonio y de poca entidad que no denuncia…
El delito más habitual del cibercrimen, a mucha distancia de los siguientes, son las estafas. El comercio electrónico y la compra de cualquier tipo de bien, servicio o actividades ocurre en la red y prácticamente el 90% de las infracciones conocidas en ciberdelincuencia son estafas. También las estafas en el ámbito bancario, como el phishing, tienen un crecimiento gigantesco. Además, ahora mismo el delincuente no tiene que ser un experto en informática, cualquiera puede comprar un programa o una base de datos que por 100 o 150 euros le dan 15.000 teléfonos o usuarios de una entidad bancaria que le permite realizar una campaña de phishing. Entras en la dark web y compras usuarios. Son delitos que muchas veces van unidos ala falta de información del usuario y otras a la inconsciencia de quien recibe un mensaje y no valora que puede ser un fraude.
Los delitos más graves son los cometidos sobre menores. Y aquí hay un poco de todo: los acosos escolares a través de la red, generalmente Instagram y WhatsApp, a través de los grupos de los colegios, ya sean entre iguales -niño sobre niños o adolescente sobre adolescente-, o un depredador que capta a un menor. Aquí hay un cifra enorme, porque el campo de actuación de estos sujetos es muy grande y es muy fácil que un niño que entra en una plataforma de juegos y alguien le dice “me llamo Margarita y tengo 14 años”, lo crea; pero a lo mejor es Alberto y tiene 41. A veces se descubre de rebote: hemos visto casos de una víctima, normalmente niña, que es objeto de un acoso por un depredador sexual y cuando sale a relucir porque lo ven los padres o la niña lo cuenta -muy pocas veces-, y la Policía entra a investigar ese soporte informático se descubre, tirando del hilo, que esa misma situación le pasa a 50 o a 100. Pero no es fácil y no digamos ya si la investigación lleva a países que no colaboran con la Policía sino todo lo contrario.
«El delincuente no tiene que ser un experto en informática, cualquiera puede comprar un programa o una base de datos que por 100 euros le dan 15.000 teléfonos para hacer una campaña de phishing»
También tenemos en la ciberdelincuencia la creación de perfiles falsos y la usurpación de identidad, un problema gigantesco. La Fiscalía General del Estado lleva 10 años pidiendo que sea delito usurpar la identidad de otra persona y no lo es. Otro delito grave es la distribución de pornografía infantil, en la que también vemos un crecimiento muy grande y que ahora se produce en grupos de WhatsApp.
En general, han crecido los delitos contra la libertad sexual, especialmente los que tienen como víctimas a las mujeres.
Sí. Chocamos con una realidad que vamos a decir que es una hipersexualización de la delincuencia, a la que no son ajenas las agresiones sexuales a mujeres. También hay una cifra negra, pero menor que en otras modalidades delictivas, aunque ciertamente los delitos contra la libertad sexual se incrementan año tras año.
¿Qué se puede hacer?
Es muy difícil dar una solución efectiva.
Fiscal Superior de Castilla-La Mancha: «Tenemos una infancia y una adolescencia desprotegidas»
«Veo con impotencia que el tiempo de respuesta judicial debería cambiar»
¿La solución tiene que ver también con dotar de más recursos a quienes intervienen contra estos delitos?
¡Claro! Tenemos dos problemas. Uno es el tiempo de respuesta, que en algunas ocasiones es inasumible. Estamos viendo agresiones cometidas sobre niñas, por ejemplo de 10 años, que cuando se celebra el juicio tienen 19. ¡Es un disparate! No son asuntos de una investigación compleja ni estamos hablando de las grandes operaciones económicas o los juicios de corrupción política; normalmente hay cuatro intervinientes….
Pero eso es un problema de falta de recursos…
Es un problema de recursos, porque los juzgados están generalmente sobrecargados de trabajo y eso ocurre en toda la delincuencia, no solo en los delitos contra la libertad sexual. Uno ve con impotencia que el tiempo de respuesta judicial debería cambiar. Hacen falta más jueces, más fiscales y una legislación que permita que los procedimientos no se extiendan en el tiempo. Pero aquí vamos empeorando, a nivel del Estado y en Castilla-La Mancha, también; el tiempo de respuesta cada vez es mayor.
¿El tiempo de respuesta judicial en Castilla-La Mancha está en la media española?
Sí, pero no en todo los sitios igual. Hay provincias donde desde que llega un asunto al juzgado de lo penal y hasta que señalan el juicio pasan tres años; y a lo mejor ese asunto lleva en tramitación otros cuatro. Luego viene la celebración del juicio, que tenemos un índice de suspensiones del 45%, aunque ha bajado un punto este año. Hay que cambiar todo esto. En materia no penal está la mediación y hay que procurar, siempre que sea posible, sacar asuntos de los juzgados. En lo penal, cuando no es posible la mediación, salvo en menores, tenemos que procurar primar la conformidad. Muchas veces tampoco tiene sentido querer meter en una cárcel a alguien que cometió un delito cuando era un joven irreflexivo de 18 años y ahora es una persona casada, con hijos y una vida organizada. Me repugna como fiscal que esto no tenga una solución más sencilla. Ver separaciones o problemas de custodia que empiezan cuando los niños o niñas tienen seis meses, cumplen seis años y aún no se ha acabado. Hay un grave problema de medios materiales.
¿Cuáles son las causas de este grave problema?
Como digo, uno de los grandes problemas que tiene la administración de justicia en general, pero en particular en Castilla-La Mancha, es el tiempo de respuesta judicial; y, por otra los juicios suspendidos respecto de los que se celebran. En la primera cuestión, las cifras de pendencia son elevadas. aunque van disminuyendo en los últimos, y eso hace que entren más asuntos de los que salen, por lo que la final del período siempre quedan asuntos pendientes por tramitar. En cuanto a los juicios suspendidos, tenemos un grandísimo problema, que no es exclusivo de la comunidad pero no estamos ni mucho menos mejor que en otros lugares . Este año, la provincia que menos suspensiones tiene está en el 30% y la que más casi en el 45, lo que quiere decir que se suspende casi un juicio de cada dos. En Castilla-La Mancha, en 2024, de 21.000 juicios señalados, 7.400 se suspendieron, un 35%. Las causas de suspensión fundamentalmente obedecen a defectos en las citaciones; la mayoría de juicios no se celebran porque hay ausencia de citación del acusado, testigos, etc; es decir, obedece a fallos en el funcionamiento de las oficinas de citación. Otras, menos importancia cuantitativa se debe a enfermedades de letrados o testigos, coincidencia de señalamientos… Creo que un índice de suspensión del 35% no es asumible para la Justicia. Entre la lentitud en la respuesta y la suspensión de los señalamientos no es infrecuente ver que proceso que no son complejos o que son sencillos tardan 6, 7 u 8 años en señalarse por primera vez. Debemos tratar de combatirlo
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«Tenemos un gran problema con las suspensiones de juicios… Me repugna como fiscal que esto no tenga una solución más sencilla»
«La delincuencia organizada que más opera en Castilla-La Mancha es el tráfico de drogas»
¿El origen del crimen organizado sigue siendo el mismo? ¿En qué tipo de delitos siguen actuando más impunemente o le preocupan más estas bandas criminales?
Son grupos particularmente violentos y difíciles de controlar, que actúan con autoprotección sobre las actuaciones policiales. No es fácil descubrirlos y tenemos una presencia de grupos organizados fundamentalmente en Toledo y Guadalajara en las zonas cercanas con Madrid. Se da en muchas actividades delictivas, pero gira fundamentalmente en torno al tráfico de drogas, cada vez con más intensidad; no hay que olvidar que es una actividad muy lucrativa, genera muchísimo dinero y pueden comprar voluntades. En el tráfico de drogas hay una gran actividad fundamentalmente de latinoamericanos, mexicanos y colombianos que tratan de extender su ámbito de actuación.
La delincuencia organizada que más opera en Castilla-La Mancha es la del tráfico de drogas. Desde la Fiscalía tratamos de hacer frente a este fenómeno, estamos en contacto con la fiscal antidroga de la Audiencia Nacional y en las provincias donde es necesario se han designado coordinadores antidroga. Tenemos uno en Toledo y se está en vías de designar otro en Guadalajara y en Albacete. También existen delincuentes organizados que están fuera de la comunidad pero vienen aquí a cometer delitos, como los robos en vivienda o los alunizajes en establecimientos comerciales. Son gente que sale de Madrid, vienen aquí y roban dos o tres pisos o hacen varios alunizajes y se vuelven, lo que dificulta mucho la investigación. Ahí también tratamos de utilizar todos los medios tecnológicos que se puede, fundamentalmente a través de las videocámaras, cuya instalación se ha generalizado y en ocasiones pueden ser determinantes para el esclarecimiento de los delitos.
¿Y en la trata de personas…?
También, pero menos cuantitativamente. Están vinculadas a Hispanoamérica y a países del Este. Es un delito difícil de perseguir, porque chocas, con la lentitud de los procedimientos y con la dificultad de la declaración de las víctimas, que están aterrorizadas, porque quienes les han hecho objeto de trata saben de dónde son, quiénes son sus familias y les amenazan para que no hablen. Y, como hay mucho lapso de tiempo entre el descubrimiento de los hechos y su enjuiciamiento, es muy difícil mantener a esas personas en disposición de declarar.
Lo mismo ocurre con la explotación laboral de trabajadores, normalmente para tareas agrícolas, que no están vinculadas a un solo sitio, si no que hoy están recogiendo aquí la cebolla y mañana se van a Andalucía a la aceituna… Son normalmente personas indocumentadas que no tienen ningún interés en que les tengan controladas.
«Los delitos de violencia de género crecen año tras año»
¿Qué piensa después de más de 40 años viendo los rostros partidos de las mujeres víctimas de violencia de género cuando oye a políticos de extrema derecha negarla?
Eso no se puede compartir.
¿Cómo está la situación?
Podíamos ir mejor. En 2024 tuvimos el hito de contar con el segundo juzgado de violencia de género de la comunidad, en Toledo, aunque no es exclusivo de la provincia, como el de Albacete. El problema que tenemos es que crece año tras año…
¿Suben porque hay más violencia sobre las mujeres, porque se denuncia más o por ambas cosas?
Se denuncia más, pero hay más ocasiones en las que no hay denuncia. Hay un problema también de eficacia policial, de verificar en la medida de las posibilidades que las órdenes de alejamiento se cumplen. Se ha avanzado mucho, pero es tantísimo el número de víctimas, que no puedes poner un guardaespaldas a cada persona. Creo que también se debe avanzar en la concienciación de que la respuesta judicial debe ser rápida, efectiva y disuasoria. Y contra esto choca lo que le decía antes, el tiempo de respuesta y las suspensiones. La ley dice que si no hay conformidad en el juzgado de guardia, el juicio se tiene que celebrar en 15 días, pero estamos en una media de cuatro meses. ¿Por qué? Porque los juzgados de enjuiciamiento están sobrecargados.
¿La mentalidad es hoy la que tiene que ser en los juzgados, ya no se le dice a ninguna mujer eso de que es un problema privado?
Hoy no existe ese sesgo ni nada por el estilo. La introducción de la perspectiva de género, la concienciación y la formación, sobre todo, han avanzado mucho. Cuando los hechos son conocidos, que a veces es lo difícil, que una mujer lo denuncie; pero cuando se conocen, las actuaciones son claras. Hoy hay una postura decidida contra la violencia de género de la Policía, los fiscales y los jueces. No se puede sostener que es violencia familiar lo que no lo es.
«Hoy hay una postura decidida contra la violencia de género de la Policía, los fiscales y los jueces»
Castilla-La Mancha es una comunidad de alta siniestralidad laboral… ¿Cómo está trabajando la Fiscalía?
Siempre dedico un apartado especial en la presentación de la memoria a la siniestralidad laboral, tenemos un delegado autonómico, que es el teniente fiscal de la comunidad, y un delegado en cada una de las provincias. Tratamos de que disminuya y particularmente la más grave, la que tiene resultado de muerte o lesiones graves. La Fiscalía está ahí y vigila para el cumplimiento de la ley prevención de riesgos laborales, que es una labor que tienen encomendada las organizaciones sindicales, las empresas y la inspección de Trabajo. Las empresas tienen que tener la convicción de que es más rentable, además de mejor, cumplir las normas que no cumplirlas, y que si no se cumplen probablemente acabarás sentado en el banquillo y sancionado. En el último año las cifras de siniestralidad laboral en Castilla-La Mancha han disminuido, pero estamos en el cuarto puesto en España. Y las cifras con resultado de muerte y lesiones graves, se han incrementado. Nos reunimos periódicamente con los sindicatos y mantenemos un contacto fluido con la Consejería de Economía, Empresas y Empleo.
«Castilla-La Mancha tiene una media baja de fiscales por 100.000 habitantes»
¿Qué es lo que más echa de menos en cuanto a medios humanos y materiales, lo más urgente que necesitan incorporar?
Necesitamos plantilla. Muchas veces vemos que aumenta más deprisa la plantilla judicial que la fiscal, y yo creo que deberían aumentar las dos. No llegamos ni siquiera a la ratio media española, que ya es deficitaria con respecto a la de la Unión Europea. Castilla-La Mancha tiene una media baja de fiscales por 100.000 habitantes. Somos 89 y deberíamos tener al menos dos más por provincia, quizás tres en Toledo. Somos menos fiscales que jueces y eso quiere decir que no hay bastantes fiscales para ir a todos los sitios donde hay juicios señalados; es un gran problema. En los penales vamos a todos, pero a veces en los civiles tenemos que mandar un dictamen, porque no se puede ir. Esto ha pasado desde que soy fiscal, las plantillas crecen muy poco o lo hacen a un ritmo muy lento. Nos hacen falta también funcionarios, en todas las escalas y, sobre todo, en el cuerpo de tramitación. Y nos hacen falta medios materiales, fundamentalmente buenas aplicaciones informáticas. La digitalización de la justicia avanza, pero poco. Tenemos muchos problemas con la textualización de las declaraciones, porque la herramienta que tenemos textualiza mal y a veces hay que escucharse las grabaciones enteras. Hay que avanzar en medios tecnológicos.
«Nos hacen falta dos fiscales más por provincia, más funcionarios, sobre todo en tramitación, y buenas aplicaciones informáticas»
¿Qué le quita el sueño al fiscal Superior de CLM?
De lo que oye en la Sala, ¿qué le quita el sueño? No sé si se duerme bien siendo fiscal superior…
Me quita el sueño poder llegar a todos los sitios…
Y, en casos, ¿qué le cuesta más digerir…?
¡Uffff…! Un poco de todo, particularmente los que se refieren a víctimas vulnerables. Uno puede entender que una defraudación de la que haya sido objeto una entidad bancaria afecta menos que una agresión de la que haya sido objeto una niña. No son las mismas circunstancias de la víctima ni del perjudicado. Tenemos una actividad delictiva sobre personas vulnerables, como los trabajadores, particularmente los irregulares, que son objeto de auténtica explotación, que trabajan sin contrato y en condiciones pésimas; las mujeres víctimas de violencia de género… Y es un problema cuantitativamente muy elevado, porque todos los días en todos los juzgados en todos los partidos judiciales hay causas de violencia de género. Me preocupa mucho la violencia de género y los menores, particularmente en la red, que es donde he desarrollado mi actividad profesional como miembro de la red de cibercrimen… No poder llegar a los casos que sabes que existen, o a los supuestos donde hay un elemento internacional y llega un momento que ves que no hay nada que hacer, aunque la colaboración internacional va mejorando. Me preocupa mucho el acoso escolar, porque es una realidad muy desconocida y que muchas veces se trata de tapar; esto es una constatación. Hay mucho acoso escolar y lo hay en los grupos de Whats App, en Instragram…
«Todos los días en todos los juzgados en todos los partidos judiciales hay causas de violencia de género»
La niña nigeriana prostituida que le marcó y a la que se pudo salvar
¿Hay algún caso que le haya marcado especialmente en su carrera?
Muchos asuntos, porque ya son muchos años. Uno fue el choque de trenes de Chinchilla, por las consecuencias… por el aspecto humano más que por el técnico. Recuerdo mucho, y me marcó, un asunto relativo a prostitución infantil de una niña nigeriana, que estaba siendo explotada en un club en las inmediaciones de Tarazona de la Mancha; intervine desde el principio, desde la entrada en el club con la Guardia Civil, la toma de declaración, el juicio… era un grupo organizado en el que aparecía también un guardia civil. Digamos que acabó bien, que muchas veces no es fácil. Logramos articular una protección para la niña, que tenía 16 años, y “los malos” fueron a buscarla al centro de protección de menores haciéndose pasar por gente del equipo de menores; vino al juicio escoltada, pero se condenó a los responsables de la trata y la explotación sexual, se logró la integración social de esta menor con la concesión de la tarjeta de residencia y trabajo. Otras veces uno lucha y hace todo lo que puede, pero los resultados no son los que quieres.
¿Le han amenazado muchas veces tratando de torcer su voluntad?
No.
¿Pocas veces?
Amenazado, ninguna.
¿Presión?
Presión, sí. Hay intentos… Bueno, alguna amenaza ha habido, pero digamos que son amenazas de poca seriedad… A veces, en el calor de un juicio, que ha sido la situación más frecuente, te amenazan, pero son amenazas a las que uno no le da demasiada importancia.
No ha llegado a temer por su vida…
Los años te endurecen… y ya relativizas mucho. Sí recuerdo cuando entré, que casi te asusta todo, pero no he tenido un problema excesivo en eso. ¿Presiones indirectas? A veces las hay.
¿Más del mundo dinero o del poder?
Bueno… Hay gente que piensa que se puede influir en la voluntad o que puede cambiar los destinos de lo que no va a cambiar. Pero también se exponen a una reacción. Yo no toleraría una actuación de alguien que sepa quién es y…
No acabaría bien…
No, no, no acabaría bien… Tengo muy claras las cosas, ya son muchos trienios los que llevo aquí. Hay que mantener el tipo, eso está claro. Tienes que hacer lo que debes y hacerlo convencido de que es lo mejor. Yo no he tenido problemas como algún amigo mío… Javier Zaragoza, por ejemplo, que una organización criminal contrató un sicario para matarlo. ¿Riesgo? Siempre puede haber, como en muchas otras actividades de la vida, pero es una cuestión en la que uno no piensa, cuando voy a los juicios este no es un aspecto que me preocupa.
«¿Amenazas, presiones…? Tienes que hacer lo que debes y hacerlo convencido de que es lo mejor»
Daría por bien empleado el año 2025, si al finalizarlo hubiera conseguido, ¿qué objetivo?
Como soy responsable del Ministerio Fiscal en Castilla-La Mancha, me contentaría con que los fiscales hagamos bien nuestro trabajo. Estoy contento, porque nosotros no tenemos problemas de retraso, sí en los juzgados, pero en la Fiscalía no hay retrasos. Como regla general cumplimos los plazos que se nos asignan. Si hoy entra una causa, grande o pequeña, para hacer el escrito de acusación o dictaminar en 10 días, sale en ese plazo, aunque luego lo siguiente tarde ocho meses o haya tardado ocho meses en llegar. Salvo que haya imposibilidad física, vamos a todo lo que nos citan. Me gustaría que cumplamos ante los ciudadanos, que es para lo que estamos, que no se pueda decir la Fiscalía no hace, o actúa tarde o se equivoca… Y que nuestra calidad en el trabajo sea conocida y valorada.
«Me gustaría que la calidad de los fiscales en el trabajo sea conocida y valorada»
El mundo ha cambiado por completo en los últimos años. ¿También la sociedad delinque diferente o la condición humana se manifiesta siempre igual en esta área?
Va a hacer 42 años que estoy en esta Fiscalía y no tiene nada que ver. ¡Nada! Hay delitos que se siguen cometiendo, pero la delincuencia, igual que la vida, ha cambiado absolutamente. Cuando empecé a trabajar no teníamos ordenadores, trabajábamos con máquinas de escribir con papel carbón y no había ni fotocopiadoras. Había menos delincuencia, menos delitos, aunque graves ha habido siempre, como asesinatos y homicidios. pero era una delincuencia diferente. Para empezar la violencia de género no existía como delincuencia judicial, porque se tipificó mucho después. Entonces los delitos más habituales eran el cheque en descubierto, la estafa, el robo de vehículos, de los radiocasetes y había una problemática de seguridad ciudadana asociada a las drogas, pero al consumo (era la época del predominio de la heroína).
Como anécdota diré que el primer ordenador que entró en este edificio era mío, mío particular; y creo que el segundo, también. Si valoramos los últimos 10 años, tenemos una tendencia hacia el cibercrimen y los delitos tecnológicos que es para asustarse. Lo dije en la memoria del año pasado y lo voy a volver a repetir en la de este año: el nivel de delitos tecnológicos en Castilla-La Mancha y en todo el Estado es casi del 25%. De cada cuatro delitos que se comenten en España, uno es un delito tecnológico, que es un delito con muchísimas dificultades de investigación.
«Los delitos de odio no son una especial problemática en Castilla-La Mancha»
Las redes también están generando una cultura del odio que acaba en violencia física en las calles. ¿Alguna actuación en este sentido de la Fiscalía en Castilla-La Mancha?
En Castilla-La Mancha no tenemos una especial problemática, hay casos, pero el porcentaje es muy pequeño en relación con otras figuras. Sí son objeto de actuación por la Fiscalía General del Estado, que nombró recientemente a un fiscal de sala encargado de ello, Miguel Ángel Aguilar, con una gran experiencia en delitos de odio en la Fiscalía de Barcelona, donde empezó persiguiendo este tipo de delitos en el ámbito deportivo. Tenemos el delito de odio físico en el mundo real, que muchas veces gira en torno al racismo; y tenemos el odio digital, que es más difícil de perseguir, pero lo tratamos de abordar. Hay un gran problema con la difusión de ideas racistas y xenófobas en las redes sociales, pero muchas veces no se denuncia.
«No veo mucho recorrido a las denuncias genéricas por fenómenos como las DANA»
Un asunto de actualidad por los daños por fenómenos meteorológicos, como las DANA. Varios colectivos han avisado que denunciarán a las confederaciones hidrográficas y otras instituciones por el inadecuado mantenimiento de cauces y otras infraestructuras. ¿Ve recorrido judicial a estas demandas?
El encaje penal no es sencillo, encajar penalmente que un río se desborde o que haya que desembalsar una presa, etc., no tiene contenido penal en sí. El hecho penal actúa ante omisiones graves de actuaciones con una cierta previsibilidad del resultado, que vemos en muchos ámbitos, como el sanitario. Pero una inundación o un terremoto es un fenómeno de la naturaleza imprevisible e inevitable. Otra cosa es que en un momento determinado las actuaciones de quienes sean responsables de los cauces de los ríos, de los pantanos o de la limpieza de los bosques no haya sido la adecuada en un caso concreto, no en abstracto.