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jueves, 25 de abril de 2024
Pegatina de la campaña "stop agresiones", de Satse
Pegatina de la campaña "stop agresiones", de Satse
Anuario ENCLM 2018 31/12/2018enero 1st, 2019 - Toledo

Almagro, Camarena, La Roda, Toledo, Santa Olalla… Todas estas localidades tienen en común que durante 2018 fueron escenario de agresiones a profesionales sanitarios, en algunos casos de gravedad, como el sucedido en Camarena -en la provincia de Toledo- donde un joven de 29 años -afectado por el consumo de drogas y alcohol- golpeó con una barra de hierro a su padre y al médico de urgencias que acudió a atenderle en su domicilio, causando a este último un traumatismo craneoencefálico que le dejó en estado crítico.

Los datos del Servicio de Salud de Castilla-La Manca (Sescam) ponen de manifiesto que -hasta noviembre de 2018- se registraron 22 denuncias por agresiones a profesionales sanitarios (en 2017 hubo 27).


La directora gerente del Sescam, Regina Leal, informaba de que este organismo está trabajando en nuevos protocolos de actuación. Así, por ejemplo, los sanitarios podrán descargarse en sus móviles la app AlertCops para poder estar en contacto directo con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. También está realizando un protocolo de comunicación para que, en aquellas situaciones donde hay una agresividad especial, los agentes acompañen siempre a los profesionales a realizar la asistencia. Por otro lado, anunció que se instalará iluminación infrarroja en las cámaras de videovigilancia de los centros de salud de la región a fin de mejorar la calidad de las grabaciones que luego son revisadas cuando se producen agresiones.

Junto al suceso de Camarena, en abril de 2018 una enfermera del centro de salud de Almagro, en la provincia de Ciudad Real, era golpeada en el cuello por una paciente cuando intentaba defender a una compañera. La presunta agresora no estaba de acuerdo con el tratamiento que le habían prescrito. En el mismo mes, en el Hospital Provincial de Toledo, una técnico en cuidados de enfermería denunciaba que había sido agredida verbalmente y amenazada de muerte por el familiar de un paciente que se negaba a que los profesionales atendieran a dicha paciente.

Meses después, en octubre, un médico del centro de salud de la localidad toledana de Santa Olalla recibía un bofetón. Y en diciembre, un hombre era detenido por la Guardia Civil tras entrar en el centro de salud de La Roda (Albacete) blandiendo un cuchillo de grandes dimensiones y amenazando con él a la enfermera y al médico, dando voces y afirmando que o lo mandaban «al loquero» o se quitaba allí mismo la vida.

Y en educación…

El sector de la Educación no se ha librado tampoco de las agresiones a los profesionales. En octubre, una profesora de Infantil del colegio público «Pastor Poeta» de Ocaña fue objeto una «brutal agresión» por parte de la madre de uno de los alumnos del centro, quien la habría propinado patadas, puñetazos y arrastrado por el suelo. Los hechos ocurrieron en la entrada del colegio ante la mirada de muchos de los alumnos del centro público de educación. También presenciaron la agresión muchos de los padres y los propios profesores del colegio, los cuales se encargaron de separar a la agresora.

En noviembre, la Inspección de Educación comenzó a investigar la supuesta agresión de un niño de 10 años a una profesora en el colegio «Severo Ochoa» de la ciudad de Albacete. La mujer, a través de un mensaje que tuvo una gran difusión, detalló que la agresión ocurrió en horario lectivo, en el patio del colegio, y que -a pesar de ser un niño de 10 años- era «corpulento» y de una estatura mayor a la normal en esa edad.

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