Villarrubia de Santiago, en pleno corazón de la provincia de Toledo, esconde una de las historias más sorprendentes de Castilla-La Mancha: su territorio estuvo habitado miles de años antes de que muchas grandes ciudades europeas siquiera existieran.
Vestigios arqueológicos, restos medievales y un patrimonio único demuestran que este municipio de Toledo es uno de los enclaves más antiguos y con mayor continuidad histórica de toda la región.
Un lugar habitado desde tiempos prehistóricos
La prueba más contundente de su antigüedad se encuentra en la necrópolis del Hoyo de la Serna, un yacimiento descubierto en 1994 que pertenece a la Segunda Edad del Hierro. Allí se encontraron tumbas, vasijas, tinajas, platos y otros objetos que muestran la presencia de los carpetanos, uno de los pueblos prerromanos de la Meseta.
Estos restos confirman que Villarrubia de Santiago estaba habitada milenios antes de que muchas ciudades europeas alcanzaran su primer desarrollo urbano.
Posteriormente, la zona estuvo ocupada por íberos, romanos, visigodos y musulmanes, convirtiéndose en un enclave estratégico durante la dominación islámica, como evidencian los restos arquitectónicos que aún se conservan dispersos por su término municipal.
Del castillo del Tormón al nacimiento del actual pueblo
Tras la Reconquista, el primer asentamiento cristiano se situó en Tormo, un emplazamiento ligado al castillo del Tormón, una fortificación clave para defender Toledo de las incursiones musulmanas. Con el paso del tiempo, la influencia militar dio paso a un crecimiento más estable.
El momento definitivo llegó en 1204, cuando el maestre Fernán González de Marañón, de la Orden de Santiago, fundó el actual núcleo de Villarrubia de Santiago. Desde entonces, el pueblo se convirtió en una encomienda santiaguista y prosperó gracias a la ganadería, la agricultura y la elaboración de vino, actividad que sigue siendo parte esencial de su identidad.
Un pueblo marcado por la Orden de Santiago
- El nombre del municipio refleja su esencia:
- La tierra rojiza, llamada tradicionalmente “colorada”.
Su vínculo profundo con la Orden de Santiago, cuyo legado aún se percibe en su patrimonio y estructura urbana.
Esta combinación convierte a Villarrubia de Santiago en un destino donde el pasado medieval sigue vivo en cada rincón.
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Tres joyas patrimoniales que no te puedes perder
Quien visita Villarrubia de Santiago descubre un pueblo pequeño en tamaño, pero enorme en historia. Entre sus atractivos destacan:
1. La ermita del Castellar
Con una nave dividida en tres tramos y cubierta por bóveda de cañón con lunetos, sorprende por su capilla mayor coronada con cúpula de media naranja sobre pechinas. Su arquitectura resume siglos de espiritualidad y tradición.
2. La iglesia parroquial (siglos XV-XVI)
Su retablo mayor, de cinco lados y tallado en madera, es un impresionante ejemplo del tránsito entre el renacimiento y el barroco, dorado en oro fino y estofado con un gran nivel de detalle.
3. El yacimiento arqueológico del Hoyo de la Serna
La joya histórica del municipio, donde se descubrió una necrópolis carpetana que permite conocer rituales funerarios de más de dos mil años. Un lugar imprescindible para los amantes de la arqueología.

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