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jueves, 25 de abril de 2024
Los dos pollos de águila perdicera, expecie en peligro de extinción, han nacido en el CERI de Sevilleja.
Han nacido en el CERI de Sevilleja de la Jara 11/04/2017junio 6th, 2017

El nacimiento de dos pollos de águila perdicera en cautividad de forma natural dan vida a una especie que está en peligro de extinción en Castilla-La Mancha, ya que solo hay 80 parejas en libertad. Un nacimiento que ha sido anunciado hoy por el delegado de la Junta en Toledo, Javier Nicolás y que han visto la luz gracias a unos ejemplares irrecuperables para la vida en libertad que se encuentran en el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara (Toledo), dependiente del Gobierno autonómico.

[ze_summary text=»Han nacido gracias a unos ejemplares irrecuperables para la vida en libertad que están en el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara (Toledo)»]

Han nacido gracias a unos ejemplares irrecuperables para la vida en libertad que están en el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara (Toledo)[/ze_summary]

 

Nicolás ha confirmado que nacieron hace 20 días y que es «un importante paso adelante en la conservación de esta especie amenazada en Castilla-La Mancha». Es la segunda vez que nacen pollos de águila perdicera en las instalaciones del CERI, aunque la primera vez, en 2003, el pollo Uli nació tras someter a una hembra a un proceso de inseminación artificial.

 

 

Pollos de águila perdicera que se han reproducido de forma natural

Pero en este caso los dos polluelos se han reproducido de forma natural, finalizando con éxito la incubación y el nacimiento. Ahora están siendo alimentados con normalidad por sus padres.

Precisamente los padres, dos adultos, ingresaron en el CERI debido a una electrocución en el caso del macho y a un traumatismo en el caso de la hembra. Lesiones que en ambos animales eran irreversibles para poder ser reintroducidos en el medio natural, por lo que viven allí.

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Los dos pollos, ha recalcado Nicolás, «si finalizan con normalidad su crecimiento, podrán ser liberados próximamente al medio natural y contribuir a mejorar la situación de esta especie amenazada que ha sufrido un importante descenso en sus poblaciones naturales en la provincia de Toledo en los últimos 10 años».

El águila perdicera está en regresión a nivel global debido a la elevada mortandad en su especie, especialmente juveniles y subadultos, debido principalmente por la electrocución en tendidos, molestias en sus nidos, falta de alimento e incluso en algún caso por la persecución directa.

Por lo que para intentar reducir la mortalidad, el Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó en 2016 un plan de recuperación de la especie.

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