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jueves, 28 de marzo de 2024
"No vengo aquí a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganar a Pedro Sánchez" - 03 marzo 2022 - Madrid
Agustín Yanel Agustín Yanel

Tal y como se esperaba, Alberto Núñez Feijóo será candidato a presidir el Partido Popular en sustitución del defenestrado Pablo Casado. La mayoría le ve como el mirlo blanco capaz de unir y fortalecer a su partido, tras una grave crisis. Su estilo de hacer política, siempre moderado en público, no se parece al de Casado, caracterizado por los vaivenes desde la moderación a la dureza, incluidos los exabruptos al presidente del Gobierno. Hay que esperar para ver si esa diferencia es meramente de formas o si apuesta por un partido de derecha moderada propio de la democracia.

«No soy un político de manual. No creo en los laboratorios políticos. No soy un político con un par de tuits y una tertulia al día, que cree que ya cumplió su jornada laboral. No soy un político que empiece y acabe en un eslogan, con independencia de su contenido», ha dicho el presidente de Galicia ante la junta directiva del PP gallego, a la que reunió el 2 de marzo para pedirles «autorización» para presentar su candidatura.


«No vengo aquí a insultar a Pedro Sánchez…»

«No vengo aquí a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganar a Pedro Sánchez», añadió. Es probable que,  al escuchar esas palabras, algunos miembros del PP presentes en la reunión hayan recordado el día que Pablo Casado llamó al presidente del Gobierno felón, mentiroso compulsivo, mediocre, incompetente, chovinista, ególatra, desleal, irresponsable, okupa de la Moncloa, el mayor traidor, cómplice del golpe de Estado en Catauña, responsable de alta traición a España… Todo de un tirón. No parece que este sea el estilo de Feijóo, salvo que el clima de permanente crispación de la vida política en Madrid le contamine.

El todavía presidente de la Xunta de Galicia -donde gobierna desde hace 13 años con mayorías absolutas conseguidas en cuatro elecciones consecutivas- sabe que tiene mucho trabajo por delante. No todos en su partido quieren pasar página cuanto antes de la grave crisis que han vivido desde hace semanas y que no se ha superado totalmente. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, una de las protagonistas de esa guerra abierta del PP, ya ha demostrado que quiere venganza.

El día 2 de marzo, durante la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP, Díaz Ayuso sorprendió a los asistentes con estas palabras: «Han sucedido hechos gravísimos que, para volver a ganarnos la confianza de la opinión pública, habrá que investigar y expulsar a sus autores». Se refería a quienes hayan estado detrás del intento de espionaje que publicaron El Mundo y El Confidencial, en relación con el dinero que cobró su hermano del Gobierno madrileño por intervenir en la compra de mascarillas a China en 2020. La Fiscalía ha abierto diligencias y el Ayuntamiento de Madrid ha constituido una comisión de investigación.

Tendrá que mirar a Díaz Ayuso por el rabillo del ojo

Díaz Ayuso se ha subido a la cresta de la ola, porque se considera la vencedora en su enfrentamiento con Pablo Casado, y no se conforma con que este haya sido obligado a dejar la presidencia del PP. Pero ni Feijóo ni la dirección provisional del partido hasta el congreso extraordinario de abril están por la labor de expulsar a nadie. Al contrario: ya han dicho que tanto Pablo Casado como el exsecretario general, Teodoro García Egea, y cualquier persona afín a ellos en la anterior dirección, tienen las puertas abiertas para formar parte de esta nueva etapa del Partido Popular.

Alberto Núñez Feijoo tendrá que estar mirando a Isabel Díaz Ayuso por el rabillo del ojo para evitar que se le suba a las barbas. Hay quien dice que el futuro presidente contará con ella para formar parte de la dirección nacional del PP, con el fin de tenerla más cerca para evitar sorpresas. Todos saben que, con Miguel Ángel Rodríguez detrás de la presidenta madrileña, como jefe de su gabinete, cualquier cosa es posible.

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