Agustín Yanel
En el Partido Popular ya aplican sin ningún disimulo el lema «mentir no es ilegal». Lo dijeron cuando Miguel Ángel Rodríguez reconoció en el Tribunal Supremo que se había inventado un bulo, sin tener información, sobre el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ya juzgado y condenado. Y hace unos días se ha comprobado que Alberto Núñez Feijóo no dijo la verdad cuando afirmó que Carlos Mazón le había estado informando «en tiempo real» desde el lunes 28 de octubre de 2024 sobre los efectos de la dana en la Comunidad Valenciana.
El 31 de octubre de 2024 -dos días después de la dana que causó 230 muertos en la provincia de Valencia, siete en Castila-La Mancha y uno en Andalucía-, Núñez Feijóo dijo a los periodistas que Carlos Mazón le venía «informando en tiempo real» desde «el pasado lunes», día 28. Pero la jueza de Catarroja le pidió que le enviara los mensajes que había recibido en aquellas fechas de Carlos Mazón y resulta que el primero le llegó a las 20:08 horas del día 29, solo tres minutos antes de que enviaran un mensaje por Es-Alert a la ciudadanía. A las 23:29 horas finalizó el intercambio de mensajes entre ambos.
Cuando se han publicado esos mensajes y se ha visto que quien entonces era presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, no había estado informando «en tiempo real» a Núñez Feijóo, éste ha dicho que se confundió de día porque el 29 era martes, no lunes como dijo. Pero, aunque se equivocara de día, el martes tampoco estuvo informado «en tiempo rea», porque el primer mensaje le llegó a las 2:08 horas.
La juez decidirá si Feijóo se equivocó o si no dijo la verdad
La jueza Nuria Ruiz Tobarra, de Catarroja (Valencia), que investiga las presuntas responsabilidades penales que pudiera haber en la gestión de la dana, deberá decidir si Núñez Feijóo se confundió de día, como él dice ahora, o si mintió, como sostienen el Gobierno y los partidos de la oposición que han pedido su dimisión.
Aquella noche, Carlos Mazón dijo a Feijóo en sus mensajes que había hablado con Pedro Sánchez, la vicepresidenta María Jesús Montero, la ministra de Defensa y el de Interior, y que ya tenían a su disposición lo que necesitaban, incluida la Unidad Militar de Emergencias (UME). Pero en los días siguientes, tanto él como Feijóo se quejaron de que la UME tardó en actuar y eso han mantenido durante más de un año. ¿Tal vez lo dijeron y lo han seguido diciendo, porque piensan que mentir no es ilegal?
Hacer lo contrario de lo que se ha dicho
Otra manera de faltar a la verdad es no cumplir lo que se promete, y en el PP saben mucho de esto. No son los únicos políticos que lo hacen, desde luego, pero también lo hacen. Núñez Feijóo dijo que no iba a pactar con Vox tras las últimas elecciones autonómicas y municipales, y al final pactó para conseguir el Gobierno de varias comunidades autónomas y de más de 140 ayuntamientos, aunque en muchos de ellos había ganado el PSOE.
La presidenta de Extremadura, aseguró entonces que no pactaría con el partido de Santiago Abascal, y finalmente pactó para lograr la Presidencia porque empató a escaños con el PSOE. Y tras las recientes elecciones autonómicas, en las que no tenido la mayoría absoluta que pretendía al convocarlas anticipadamente, también está negociando con Vox para poder seguir a frente del Gobierno autonómico. Y hay muchos ejemplos más de decir una cosa y después hacer lo contrario; de aceptar exigencias del partido de ultraderecha que antes rechazaban, para poder aprobar los presupuestos…
Hay políticos de distintas ideologías que han mentido, han dicho verdades a medias o no han cumplido lo que prometieron; o han hecho todo eso a la vez. Utilizar la mentira como arma política contra el adversario, para intentar alcanzar lo que no se consigue en las urnas, no es aceptable en democracia. La ciudadanía debería pensar si puede confiar en quien se comporta así.