sábado, 27 de abril de 2024
18/06/2012junio 13th, 2017
César del Río César del Río

«No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia». Es la filosofía pura y dura de «El Tío La Vara», trasunto muy edulcorado del actual consejero de Hacienda Arturo Romaní tras el adiós que protagonizó hace ya unos meses su antecesor en el cargo, un Diego Valle del que apenas nadie se acuerda fuera del Gobierno regional… Y casi ni dentro.

Metidos de lleno en el fregao de los presupuestos, Romaní ha «sacao» la vara y se ha puesto a repartir números tan a diestro y siniestro que lo primero que ha dicho es que aquí no se va a gastar más allá de lo que se presupueste. Lo ha hecho desde su bajo perfil de político pero con el aura de un tecnócrata de los números que tiene en la mesa de su despacho una madeja que le costará Dios y ayuda desenredar.


Si así fuera, gastar lo mismo que se presupuesta o unas migajas más en el aparato de la administración pública donde, recuerden, el dinero es de todos, sería el primero que lo consiguiera. De ahí mis dudas.

En términos académicos, tecnócrata es aquel cargo público con tendencia a hallar soluciones eficaces por encima de otras consideraciones ideológicas o políticas. Y en términos del faranduleo patrio, «El Tío La Vara» es José Mota repartiendo estopa en su particular imitación de la España cañí.

De ahí la comparación, nada belicosa y sí respetuosa de Romaní con el otro yo del humorista. No lo tiene fácil, no, este supuesto mago de los números que hasta hace muy poco perseguía el fraude fiscal en Castilla-La Mancha, justo en el momento en el que fue llamado a filas por María Dolores de Cospedal.

Porque como aquí se ha puesto y dispuesto durante muchos años con los impuestos de los demás, corregir las graves deficiencias padecidas no será cuestión de un día. Ni de dos. Rebajar a finales de 2012 el déficit de la comunidad autónoma hasta el 1,5 por 100 partiendo de una cifra superior al 7 por 100 es una tarea ingente de recortes por aquí y por allá que jamás hemos conocido.

¿Se acuerdan del pan y la cebolla utilizados en este mismo artículo?

Veremos, pero el hoyo es tan profundo que ni siquiera sabemos qué futuro nos deparará el Plan de Pago a Proveedores, puesto que hay muchos empresarios que van a cobrar ahora lo que tuvieron que gastarse antes. El dinero circulante que se espera empiecen a cobrar tal cual maná es parte de las deudas que ellos tienen que abonar directamente a quien se lo prestara entonces. O sea, Plan de Pago de las Deudas de Proveedores a los Bancos.

Alivia y es de agradecer, pero…

Todos dicen que de la crisis se sale, pero que hay que dar tiempo. Justo lo que no tenemos en esta región. Solo nos queda confiar en Romaní.

Por cierto, que «El Tío La Vara» le viene al pelo ahora a Caja Rural Castilla-La Mancha. La fusión con Globalcaja parece que se acelera y que es cuestión de peticiones, cesiones y promesas de futuro. Dos en una, la clave es saber cómo y quiénes lo van a resolver. Gobierno autonómico de por medio, como es menester.

Al final, entonces, ¿quién sacará la vara?

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