Hoy me toca escribir el artículo más doloroso de mi vida. Me lo manda la razón, pero el corazón no lo entiende. Y cuesta.
Éste que tiene en sus manos es el último número de la revista ECOS, al menos por una larga temporada. La crisis impone cordura y en nuestro caso aconseja ejercer nuestro periodismo de siempre en otros soportes.
Los tiempos mandan y dictan su ley. Hoy toca despedirse del papel y su aroma para continuar el oficio en la red, con encastillalamancha.es, una joven criatura que, dicho sea de paso, no nos ha dado más que alegrías desde que nació un soleado día de octubre de 2011.
Hoy seguimos ganando el pan y la libertad, el deber de informar y el derecho a opinar tal y como nos conocen. La situación económica, en nuestro caso, no da para más. Toca apagar algunas velas y quedarse con las que tienen luz.
El periodismo digital es el presente y prácticamente el único futuro para la gran mayoría de los periodistas que apuesten por lo escrito. Nosotros somos afortunados porque ya estamos ahí y mantenemos nuestro trabajo, lo que nos permite seguir haciendo posible nuestra pasión y nuestra razón de ser como profesionales.
Ayudado por la fuerza de las redes sociales, el llamando medio on line brinda al periodista unas posibilidades inmensas y nos obliga a una mayor responsabilidad, si cabe. Cualquier error es susceptible de convertirse en global y el daño que se pudiera derivar de él es irreparable.
No nos asustan los retos ni la dificultades, como bien conocen los miles de lectores fieles o esporádicos que han dejado sus huellas y sus ojos en alguna de las miles de páginas que componen la historia de nuestros 859 números en quiosco. Cada semana, sin fallar ninguna.
Ha sido un honor dirigir un equipo que siempre estuvo a la altura y que durante algo más de 17 años, con sus idas y venidas, ha ido contando la realidad de una provincia que nos ha reconocido haciendo de nuestra cabecera una marca periodística de prestigio y dotando a nuestra revista de una penetración social que se prolonga hasta el último rincón de cada pueblo o ciudad.
Cientos de entrevistas, noticias o reportajes para contar quiénes somos los toledanos, qué hacemos, cuándo, dónde y porqué. O lo que ha pasado por estas tierras de la provincia más poderosa de Castilla-La Mancha. Y a veces, por ello, la más castigada.
Es lo que estamos haciendo desde el 24 de octubre acerca de Castilla-La Mancha y los castellanomanchegos. Encastillalamancha.es recoge y amplía el testigo de ECOS. Es la cosecha de nuestra madurez periodística y donde esperamos aportar todo lo aprendido durante los 859 «ECOS», más las inmensas posibilidades que ofrece la red y que vamos descubriendo e incorporando a nuestro hacer periodístico de cada día.
Nos despedimos como semanario, pero nos reencontraremos en el papel en varias ocasiones cada año para hacer llegar a todos un resumen semestral de lo más importante acontecido en la provincia.
Estamos orgullosos de la bandera ondeada firmemente durante estos 17 años. La misma que portamos en encastillalamancha.es.
Gracias a todos los lectores, a los personajes que nos han brindado sus declaraciones y sus confidencias, a tantos y tantos toledanos que nos han demostrado cómo hacer las cosas bien o vencer los peores obstáculos.
Gracias muy especialmente a nuestros clientes por su fidelidad heroica en estos tiempos y por haber confiado su marca y su imagen a la difusión de nuestras páginas.
Prácticamente todos ellos nos acompañan ya en encastillalamancha.es, lo que nos llena de optimismo y confianza ante el futuro.
Y, de todo corazón, gracias por haber leído el artículo más doloroso de mi vida. Me lo ha mandado la razón, pero el corazón no lo entiende. Hasta siempre si es el caso. Pero, si quieren, nos reencontramos ahora mismo en encastillalamancha.es.