
Una vez más, Isabel Díaz Ayuso ha vuelto a dar la nota, algo bastante frecuente en ella. Ahora ha sido durante la XXVIII Conferencia de Presidentes de comunidades y ciudades autónomas, celebrada ayer en Barcelona. Tal y como había anunciado previamente, cuando el lehendakari Imanol Pradales y el presidente de Cataluña, Salvador Illa, realizaron sus intervenciones en sus respectivas lenguas oficiales, el euskera y el catalán, ella abandonó la reunión y regresó tras concluir ambos. Incluso a algunos presidentes del PP les pareció un gesto feo y de mala educación que no debería haber hecho.
Esta ha sido la primera Conferencia de Presidentes en la que han podido utilizar las lenguas cooficiales. Los asistentes escucharon esas intervenciones con traducción simultánea, colocándose en el oído los pinganillos. La Constitución establece en su artículo 3 que el castellano es la lengua oficial del Estado y que las demás lenguas también son oficiales en sus respectivas comunidades autónomas. Son lenguas cooficiales y por eso se utilizan a diario en el Congreso y el Senado.
Las excusas de Díaz Ayuso para oponerse al uso de las lenguas cooficiales en la Conferencia
Díaz Ayuso ha intentado después justificar su desprecio a ese artículo de la Constitución diciendo que ella tiene libertad para expresar su opinión, que «ama a Cataluña y al resto de las comunidades», que lo que pretendía el Gobierno es «visibilizar cada vez más un Estado plurinacional que no somos», que no le parece bien «utilizar las lenguas oficiales para dividir a los españoles»… Otros presidentes del PP han iniciado sus intervenciones en gallego, bable, mallorquín y valenciano, y Díaz Ayuno no se ha marchado.
Pero Díaz Ayuso no solo ha protagonizado ese numerito. Inmediatamente antes de la reunión, el presidente Pedro Sánchez y el Gobierno saludaron uno a uno a las y los presidentes de las 17 comunidades y a los de Ceuta y Melilla. Cuando la titular de Sanidad, Mónica García, fue a dar dos besos a Díaz Ayuso, ésta le tendió la mano y le espetó: «¿Vas a dar dos besos a una asesina?». Se refería a las críticas que recibe desde Más Madrid, el partido de la ministra, por la muerte de 7.291 personas en las residencias de mayores de Madrid durante los dos primeros meses de la pandemia, tras los llamados protocolos de la vergüenza, que ordenaron a los responsables de esos centros no trasladar a los hospitales a quienes estaban en peor estado. La ministra dijo después que ella nunca ha llamado asesina a la presidenta madrileña.
Con independencia de esos dos gestos de mala educación de Isabel Díaz Ayuso, la Conferencia ha fracasado porque el PP no estaba dispuesto a alcanzar ningún acuerdo. Primero amenazaron con no acudir si el Gobierno no incluía en el orden del día otros asuntos: el Gobierno lo aceptó y al final han tratado 14 temas en solo unas horas: vivienda y okupación, educación, modelo energético, financiación autonómica y deuda, migración y control de fronteras, infraestructuras del ferrocarril, profesionales sanitarios, reforma del Poder Judicial, entre otros.
Demasiados e importantes asuntos para debatirlos en unas cuantas horas
Con intervenciones de 10 minutos cada presidente de comunidad, sin derecho a réplica, no hace falta ser adivino para prever que no llegarían a conclusiones concretas. Además, los presidentes del PP pidieron que se votaran algunas de las propuestas que habían planteado, aunque saben que eso no es posible: el reglamento que regula estas Conferencias -aprobado en 2022 por todos los presidentes autonómicos, incluido Alberto Núñez Feijóo- establece que los acuerdos se adoptan por consenso y las recomendaciones deben ser apoyadas por dos tercios de los presidentes autonómicos y Pedro Sánchez. Eso no era posible porque todos los barones populares se mostraron en contra de las propuestas que planteó el Gobierno y Sánchez no aceptó ninguna de ellos porque son contrarias a las políticas del Ejecutivo.
Los presidentes del PP habían acordado el día anterior pedir a Pedro Sánchez que convoque elecciones generales, porque consideran que la situación de España es insostenible. Y así lo hicieron en sus respectivas intervenciones, como llevan pidiendo Núñez Feijóo y otros dirigentes del partido desde hace tiempo. El presidente del Gobierno, una vez más, les dijo que agotará la legislatura y las elecciones serán cuando corresponde, en el año 2027.
Los líderes del PP han utilizado la Conferencia de Presidentes para pedir, de manera coordinada previamente, un adelanto electoral con un objetivo inmediato: calentar el ambiente ante la concentración que el partido ha convocado para mañana, domingo con el lema Mafia o democracia. Estaba muy claro que esta Conferencia era un fracaso casi anunciado. En fin…