César del Río
Ahora, cuando toda la orbe está pendiente del posible romance, fuego en ella y horchata en él corren por sus venas, entre Rihanna y Benzemá, sí podemos decir que ha comenzado el verano. Si ya nos quedamos patidifusos cuando comprobamos que al coronel literario Vargas Llosa sí tiene quién le escriba, y tenía que ser la «Presley» (trasunto en papel couché de una señora llamada Isabel Preysler), llega el momento de los romances de playa, bikini, sombrerito y tanga varonil. O sea, de los buenos, de los que crean afición.
Mientras, otros tratan de revirar hacia las nuevas formas de hacer política que se nos avecinan y ponen patas arriba nuestras vidas con el «rollete político» del estío castellanomanchego, que ya saben que por estas tierras somos más de ensalá y gazpacho más piscina matutina, que han protagonizado (están en la época de la pasión inicial, el venga mírame tú, que no tonto que nos están viendo todos…) los dos líderes a los que habrá que seguir de cerca a partir de ahora: Emiliano García-Page y José García Molina. Socialistas y podemitas, claro.
PSOE y Podemos, los integrantes de esa «coalición de perdedores» en versión Vicente Tirado, el despechado dirigente del PP que ve cómo a los suyos los dejan a remojo cuatro años más, ni en sus peores pesadillas había imaginado esto, de hecho ni se lo cree y confía en un milagro que aúpe a Cospedal como presidenta de nuevo aunque nadie adivine por dónde le llegarán el voto que le falta… PSOE y Podemos, decíamos, que nos dejarán mañanas de gloria parlamentaria y que, una vez cada año al menos, nos harán revivir que el romance continúa, con sus idas y venidas, sus desavenencias y reencuentros, sus yo te dije y tú me prometiste…
Casta y desharrapados, a tenor de los calificativos que se tiraron a la cara unos y otros durante muchos meses, años quizás, que ahora aúnan fuerzas para intentar acabar con el desempleo de 222.016 personas que en esta región no tienen lugar fijo donde dirigirse y trabajar cuando se levantan y así purgan sus penas (que no penan sus purgas) mientras ven cómo su patrón es, un mes y otro también, el Ministerio del (Des)Empleo. Quien lo tiene, porque la solución urgente pasa por dar trabajo a alguno de los miembros de esas 90.000 familias que en Castilla-La Mancha tienen a todos sus integrantes en paro. Y que no reciben ayuda de nadie.
Aunar fuerzas para que la Sanidad sea pública de verdad y llegue a todos, sin distinción de cuenta corriente. Que los médicos de Primaria no tengan que atender a 100 pacientes en un turno diario, como si éstos fueran churros a los que hay que despachar en tiempo récord, y que la espera para realizarse una prueba no se convierta en una gymkana que daría la risa si no fuera porque la salud no espera y sí desespera. Por si no se han enterado todavía, lean la entrevista de Mar G. Illán a Luis Rodríguez Padial, presidente del Colegio de Médicos de Toledo y una eminencia en Cardiología, quien nos da unas pistas a tener en cuenta…
Que la Educación, los servicios públicos, el trato…
Acabemos de una vez por todas con el pasado y centrémonos en el presente. A los que se les vota y da el poder se les exige que den soluciones, no que nos repitan una y otra vez cómo estábamos, porque el que promete y gana tiene que cumplir y no dar excusas de por qué no ha podido.
Es la primera vez que en Castilla-La Mancha el poder depende de dos partidos.
Si no convencen, dentro de cuatro años ya saben que saldrán por donde han venido.
Que esto no es un juego…
@CesardelRioPolo
cesardelrio@encastillalamancha.es