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martes, 23 de abril de 2024
Estudiantes y vecerectoraErasmus mundo rural
Laura Tercero, Javier Monsalve, Andrés Lillo y Rosario Pérez Morote.
Planeta Rural (3) 21/11/2021noviembre 24th, 2021 - Toledo

Las palabras “Erasmus” y “Rural” son difíciles de conjugar juntas. El “Erasmus”, una iniciativa promovida por la Unión Europea y que proporciona los estudiantes universitarios una estancia en otro país, y Rural, que en Castilla-La Mancha es algo así como un sinónimo de casa. Según los imaginarios populares, la palabra Erasmus nos evoca cosmopolitismo, aventuras, mientras que rural se asocia a esas cosas que parece se van olvidando cada vez más, a la cocina de las abuelas y las raíces que muchos tenemos. Dos conceptos que la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha querido unir en su apuesta por fomentar el empleo de los universitarios y proporcionar una oportunidad laboral en la región. El “Erasmus Rural es una iniciativa pionera que está celebrando su primera edición en este 2021 y que lleva las prácticas formativas a los pueblos pequeños.

En esta convocatoria, la UCLM ha recibido más de 300 solicitudes del alumnado. Rosario Pérez Morote, directora académica del Vicerrectorado de Innovación, Empleo y Emprendimiento de la UCLM, reconoce que esta primera edición ha sido “muy gratificante y ha tenido un éxito rotundo con la acogida que ha tenido entre los estudiantes, los ayuntamientos y las instituciones públicas. Además, hemos tenido un gran respaldo institucional”. Pérez confirma a ENCLM que ya están preparando la edición del año que viene “con la intención de seguir mejorando el programa e intentando que las prácticas puedan empezar a hacerse en marzo”, dice la representante de la UCLM.


“Es una manera de cambiar las cosas: juntar la España Vacía con el empleo joven”

Andrés Lillo es uno de los 56 jóvenes que han decidido iniciar esta experiencia. Su destino ha sido el Ayuntamiento de un pueblo de Cuenca. “Hice mis prácticas en Villaescusa de Haro”, relata Andrés en una conversación en la que deja claro que ha sido una experiencia valiosa y cómoda para él. Lillo está estudiando el grado en Administración y Dirección de Empresas en el Campus de Cuenca y se siente agradecido por haber podido tener esta oportunidad. “El hecho de poder desarrollarme en un entorno rural donde nos conocíamos todos, donde había cercanía, ha sido importante porque también vengo de una zona rural y me reconozco en ese ambiente”, confiesa Andrés.

Otra de las jóvenes que ha participado en el programa es Laura Tercero, que estudia Comunicación Audiovisual. “Descubrí el Erasmus Rural en junio y me apunté porque me llamó mucho la atención el mensaje”, dice la estudiante, que se ha encargado de la promoción turística de Belmonte, un municipio conquense famoso por su castillo del siglo XV. “Lo más atractivo del programa es que une dos conceptos que me afectan directamente, que Castilla-La Mancha está vaciada y las oportunidades de empleo para los jóvenes”, dice Laura. “Es una manera de cambiar dos de las cosas que sabemos que van mal y de dar a conocer que hay vida en Castilla-La Mancha”, relata a ENCLM.

Un “empujón” para los Ayuntamientos pequeños

La Graja de Iniesta es un pueblo de unos 380 habitantes. Este municipio conquense, que está en el límite con la Comunidad Valenciana, se ha acogido a este programa para “reforzar el equipo del Ayuntamiento”, confiesa su alcalde, Javier Monsalve Pérez. El “Erasmus Rural” recoge que pueden presentarse a esta convocatoria los pueblos con menos de 5000 habitantes.

Javier Monsalve Alfaro es el alcalde de uno de los pueblos que se ha acogido a esta iniciativa, la Graja de Iniesta.

Junto a la Graja de Iniesta, se han acogido a esta iniciativa 170 instituciones de la región, entre Ayuntamientos, instituciones públicas y empresas privadas. “Creo que este intercambio entre pueblos y estudiantes puede aportar sinergias interesantes. A los pueblos, el conocimiento técnico de un alumno universitario y a los jóvenes la posibilidad de enfrentarse a los problemas reales del día a día”, dice el alcalde. Es un empujón para el Ayuntamiento y aire fresco para el pueblo”, confiesa el alcalde.

Monsalve es un joven regidor que regresó al pueblo después de iniciar su carrera profesional. “En el pueblo habrá un 35% de jóvenes, pero es cierto que muchos de ellos se tienen que ir a la ciudad para iniciar su carrera profesional, pero gracias a nuestra ubicación muchos de ellos vuelven para trabajar desde aquí”, afirma Monsalve, cuyas prioridades pasan por atraer a más jóvenes al pueblo y por ello acaban de incorporar a dos estudiantes del Plan de Garantía Juvenil.

Sin internet no hay vida

“Una de las cosas que nos ha dejado claro la pandemia es que se puede trabajar fuera de la ciudad”, relata el estudiante de ADE y prosigue, «y para ello eso es fundamental tener una buena conexión a Internet”. En la región hay más de 250 municipios que no tienen conexión a Internet de calidad, según el último informe de UGT. Para Laura, ha sido una buena experiencia porque “he podido aprender y me han dado una oportunidad haciendo además prácticas que son remuneradas, algo que a veces no es fácil de encontrar”, reconoce la estudiante tras su paso por Belmonte. Laura añade que le hubiera gustado “compartir la experiencia junto a otro estudiante de la rama de Humanidades, porque creo que hay que hacer una labor de divulgación histórica de un municipio como Belmonte”.

El difícil regreso a los pueblos

Imagen-Belmonte

Imagen desde una de las casas de Belmonte, en Cuenca. A lo lejos se aprecia el imponente castillo, uno de los símbolos del municipio conquense.

Pese a todo, en La Graja de Iniesta aún no han encontrado a esa persona que pueda acompañarlos para iniciar esta aventura. “Invito a todos los estudiantes interesados en vivir una experiencia de prácticas a que vengan al pueblo. Aquí hay oportunidades para crecer y para sentirse útil”, confiesa Javier Monsalve, que a las 8.30 de la tarde se dispone a seguir su trabajo en el pequeño ayuntamiento conquense.

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