La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha alertado hoy de que, ahora que «el viento empieza a estar a favor», no se puede permitir «que las velas de la demagogia, o del oportunismo, o del radicalismo de izquierdas nos haga embarrancar otra vez».
Cospedal, que ha intervenido en Valencia en unas jornadas sobre el programa marco local del partido, ha pedido a los 1.800 militantes presentes en el acto que digan a los ciudadanos «que no se equivoquen».
«Solo hay una apuesta y una respuesta clara para garantizar empleo, el crecimiento económico, la sociedad del bienestar y la unidad del país: el Partido Popular», ha añadido.
La dirigente popular ha asegurado que la respuesta que hoy esperan los ciudadanos «solo la puede ofrecer el PP», y ha cuestionado a quienes están «a la búsqueda de la cara y del nombre» para ser candidatos en las elecciones municipales, pero «detrás no hay nada», solo «el oportunismo o la demagogia».
La diferencia con el PP, ha añadido, es que este partido tiene proyectos, ideas, convicciones y principios, y es un partido «de hechos», en contraste con «otros» que hacen «mucha demagogia, programas de televisión, fotos y marketing».
«Nosotros somos de estar unidos, de trabajar por lo que de verdad es importante: lo que necesitan los ciudadanos, no lo que algunos dicen que hay que hacer», ha destacado Cospedal, quien ha recalcado que los españoles quieren que el PP trabaje para «recuperar los años que hizo perder el PSOE al frente del gobierno España».
Respecto al programa marco local, ha destacado que el PP «cree en los Ayuntamientos», porque es un partido que nació con la democracia y tiene años de historia, mientras que otros «acaban de nacer ahora», y ha defendido que no necesitan «subcontratar a nadie» su elaboración.
Cospedal ha dicho que el PP es el partido que presenta más candidaturas a las alcaldías en toda España, porque tienen experiencia, saben gestionar y no necesitan «inventarse nada», solo tienen que presentar lo que han hecho, que es «sacar» a España de donde lo había dejado la izquierda: un país «arruinado, quebrado y sin esperanza».
Por ello, ha considerado que en tiempos de dificultad se debe optar por la responsabilidad y no por «la demagogia y los intereses ocultos» de quienes solo hacen críticas e intentan «destruir» todo lo que se ha hecho.