La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha recurrido la absolución del ex tesorero del PP Luis Bárcenas dictada por un juzgado de Toledo por vulnerar su derecho al honor, al considerar que hay pruebas indirectas suficientes de que filtró los papeles de la supuesta caja B del PP.
Según han explicado a Efe fuentes jurídicas, en el recurso ante la Audiencia de Toledo el abogado de Cospedal, Adolfo Prego, sostiene que aunque no haya pruebas directas de que Bárcenas filtrara los papeles al periódico El País, sí hay las suficientes pruebas indirectas de que fuera así y que cualquier otra hipótesis sería ilógica.
La sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Toledo desestimó la demanda de protección del derecho al honor de la presidenta de Castilla-La Mancha contra Bárcenas, al que absolvió al no quedar probado que estuviera detrás de la «campaña difamatoria» contra la dirigente del PP.
El juicio, celebrado el pasado 18 de octubre, versaba sobre la publicación de los denominados papeles de Bárcenas con la supuesta contabilidad B del PP, en los que se apuntaba que Cospedal había recibido dos pagos de 7.500 euros en dinero B.
El juez subrayó «el carácter difamatorio de los hechos» y que Bárcenas no acreditó ni probó la veracidad del contenido de los papeles, con independencia de que él fuera el autor o no de los mismos.
Añadía el magistrado que el interrogatorio de Bárcenas durante el juicio careció de «suficiente credibilidad» pese a su «contundencia, seguridad y aplomo», pues no sólo tiene interés evidente en la causa, sino que tiene «evidente animadversión» hacia Cospedal y ha cambiado de versión «a su antojo».
Pero eso no prueba, afirmó, que Bárcenas fuera quien dio la información al diario El País, sino que de las pruebas practicadas se desprende más bien «lo contrario», pues lo negó el director del periódico, y tampoco acredita que estuviera detrás de la filtración, de lo que no hay «pruebas suficientes».
De este modo, el juez absolvió a Bárcenas por no existir «pruebas bastantes» de que «fuera la persona que está detrás de la campaña difamatoria» o que fuera quien entregó los papeles a una tercera persona que los proporcionó al periódico, «lo que no implica que no lo fuera, pues tampoco hay pruebas concluyentes que lo descarten».