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"Estamos a punto de iniciar la licitación" 21/11/2012junio 13th, 2017

Los técnicos del Sescam están ultimando el plan funcional con el que el gobierno de María Dolores de Cospedal quiere modificar el proyecto inicial del nuevo Hospital de Toledo y, con ello, «redimensionarlo a las necesidades reales». Así lo ponía de manifiesto el director gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Luis Carretero, quien añadía que este plan se está terminando y que «estamos a punto de iniciar el proceso de licitación», a partir de lo cual habría un plazo de entre tres y seis meses para reanudar las obras. Calcula así que éstas podrían comenzar a principios de 2013.

En una rueda de prensa ofrecida a raíz de las críticas de los socialistas que apuntaban que el nuevo proyecto recoge menos camas que las que tiene actualmente el Virgen de la Salud, Carretero ha precisado que ese plan funcional es un borrador que no está concluido, por lo que «me preocupa introducir en la refriega política un documento que no es definitivo».


Ha destacado que cuando llegó a la dirección del Sescam se encontró con un proyecto de hospital «desproporcionado», «fruto de otra época y que no partía de un análisis serio». «Nos encontramos con un hospital que era más grande que el Casco Histórico de Toledo; ocupaba desde el puente de San Martín al puente de Alcántara y creo que eso a cualquier persona le chocaría». «Cuando diriges un sistema sanitario público, tal desproporción genera indignación», añadía. Ponía otro ejemplo y es que «solo la caseta de obra tiene un coste para el Sescam de cuatro millones de euros». 

Carretero hacía mención no solo al coste de la obra, sino también al mantenimiento del complejo. Ha resaltado que iba a suponer un gasto muy elevado.

Por todo ello, el director gerente ha expuesto que era necesario «poner cordura y adaptar el proyecto a la ciudad de Toledo», de ahí la necesidad de realizar un plan funcional que «redimensionase la obra y las instalaciones», un plan que no ha concluido y que debe partir de las necesidades y de lo que ya está planificado, como es la futura incorporación del Hospital Provincial -espera que en el mes de diciembre- y de la ampliación del Hospital de Parapléjicos. 

En ese plan también se incluyen las necesidades que Toledo y su entorno de influencia puedan tener en un futuro. 

Otra línea en la que trabaja su departamento es el modelo de financiación para hacer frente al coste de la construcción del hospital. Carretero se mostraba optimista en que el modelo inicial -aquel en el que se contemplaban 422 millones de euros, de los cuales 205 los aportaría el Banco Europeo de Inversiones, 150 el BBVA y 50 millones la Junta- se mantendrá y en que, además, no será necesario poner más dinero público. Aclaraba, eso sí, «que en los últimos meses -debido a la complicada situación económica- hemos tenido que transmitir confianza a estas entidades financieras y resolver todas sus dudas y preguntas». No obstante, «las gestiones están siendo positivas».

En tercer lugar, el Sescam sigue trabajando en el modelo de gestión público-privado que quiere implantar en el hospital de Toledo, un modelo que «no es innovador» y que «busca minimizar el coste de construcción, que se cumplan los plazos, transferir riesgos a las empresas constructoras así como lograr la eficiencia en servicios como la cocina, la lavandería…».

Teniendo en cuenta que el 30 por 100 de la obra está ejecutado, también es optimista en que haya empresas interesadas en la adjudicación y en que, por tanto, los plazos se cumplan y el hospital pueda estar, tal y como prometió Cospedal, antes de que termine la legislatura.

«ME DUELE QUE GENTE SIN CONOCIMIENTOS MIDA UN HOSPITAL POR EL NÚMERO DE CAMAS»

En respuesta a las declaraciones del PSOE, que criticaba que el nuevo Hospital de Toledo será más pequeño que el que ya hay, Carretero reiteraba que lo que hay encima de la mesa es un borrador y no un texto definitivo. Aseguraba igualmente que «los mejores hospitales de España se caracterizan por su menores índices de mortalidad y de complicaciones y por el menor número de días que tienen que estar ingresados sus pacientes». «Por eso me duele que gente sin conocimientos midan la calidad de los hospitales por el número de camas». 

Concluía señalando que «el número de camas planteado en un primer momento era desproporcionado; hay que poner las camas que se necesiten».

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