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Pedía cantidades y se las daban 21/03/2017junio 6th, 2017 - San Fernando de Henares (Madrid)

El exsenador del PP Luis Fraga, sobrino de Manuel Fraga, ha admitido hoy en el juicio de Gürtel que para las campañas de 2004 y 2008 -cuando fue candidato al Senado por Guadalajara y Cuenca respectivamente- los extesoreros Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta le dieron 9.000 euros en metálico.

Luis Fraga ha señalado que algunos bancos suizos le cobraban menos intereses por ser muy amigo de Luis Bárcenas, quien tenía además autorización para realizar movimientos en algunas de sus cuentas.


[ze_summary text=»"Al ser amigo de Bárcenas me trataban bien en Suiza"»]"Al ser amigo de Bárcenas me trataban bien en Suiza"[/ze_summary] 

«El hecho de que yo tuviese una cuenta en Suiza y que fuese amigo de Bárcenas hace que me tratasen bien allí y me cobrasen menos intereses», ha dicho el sobrino del fundador de Alianza Popular en su declaración como testigo en el juicio a la primera época de Gürtel en el que el extesorero se enfrenta a 42 años y medio de cárcel.

Fraga ha reconocido que Bárcenas era su «mejor amigo» y que «nunca» ha dejado de serlo y además ha dicho que el extesorero sabía las cuentas que tenía en el extranjero y además tenía autorización para dar instrucciones a su nombre: «Él conocía mis cuentas, sabía si yo tenía una cuenta aquí o allá».

También ha admitido, como ya hizo en la fase de instrucción, que los extesoreros populares Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta le entregaron 9.000 euros en metálico para pagar gastos de su campaña en 2004 y 2008, cuando fue candidato al Senado por Guadalajara y Cuenca, respectivamente.

«En las campañas hay muchos gastos y hay que pagarlos»

«En las campañas hay muchos gastos y hay que pagarlos. Pedí 3.000 euros en 2004 y me los dieron y pedí 6.000 en 2008 y también me los dieron», ha afirmado el testigo.

Según él, los pagos debían estar autorizados por Álvaro Lapuerta y tanto él como Bárcenas tomaron nota de las cantidades aportadas: «No firmé un recibí pero sí lo apuntaron muy bien, cada uno en su libreta».

Fraga se ha referido así a los «papeles de Génova» -conocidos como «papeles de Bárcenas»- en relación a la supuesta caja B del PP, causa que fue reabierta tras las declaraciones en el juicio del líder de la trama, Francisco Correa, y del expresidente de Constructora Hispánica Alfonso García Pozuelo, que ahora están citados este jueves como investigados en la Audiencia Nacional.

Ha explicado también que realizó varias transferencias a una cuenta de Bárcenas en el Dresdner Bank de Suiza en concepto de devolución de un préstamo que oscilaba entre los 15 y los 20 millones de pesetas.

Un movimiento que «nunca quedó reflejado en ningún escrito» porque con «un apretón de manos» bastaba.

«Antes se pagaba una casa en efectivo, el mundo cambió»

Ese dinero lo utilizó para comprarse una casa y ha dicho que se lo pidió en efectivo porque «en los años 90 del siglo pasado cuando se compraba una casa había la costumbre de dar una cantidad en efectivo. Hoy el mundo ha cambiado».

Por otra parte, Fraga ha señalado que el extesorero del PP Rosendo Naseiro realizó negocios de arte con Luis Bárcenas, en contra de lo que testificó Naseiro en el juicio.

Y ha dicho que Bárcenas solía organizar comidas con Naseiro en las que estaban presentes altos cargos del PP como el actual presidente del Senado, Pío García Escudero, el exvicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, el exministro de Interior, Federico Trillo, el exvicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato y el actual vicesecretario del PP para asuntos territoriales, Javier Arenas.

Fraga fue elegido senador del PP en el año 1989, momento en el que decide ser «un monje de los negocios» y dedicarse únicamente a la política, al contrario que Bárcenas, que «no cometió el mismo error».

Durante los años que estuvo en política, hasta 2008, no declaró ni a Hacienda ni al Senado el dinero que tenía en sus cuentas en el extranjero porque, según ha dicho, «no había obligación».

Ni tampoco dijo que fuese senador a la hora de abrir sus cuentas en el extranjero: «En todas tenía que rellenar 100 formularios y yo firmaba y firmaba. Tampoco se lo cuento a todo el mundo».

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