El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que no va a permitir «a nadie» que le «dé lecciones de izquierdas», por lo que ha invitado a todos los que se lo llaman a que vengan a la región y vean «cómo gestionamos los servicios públicos, el concepto de igualdad, cómo hemos levantado de la región, bajo los conceptos de la socialdemocracia, no fanática».
En una entrevista que le ha realizado Javier Ruiz en el programa Mañaneros de La 1 de Televisión Española, Page ha explicado que cree que esas críticas aparecen cuando «uno intenta ser moderado», porque ha opinado que los que «reparten carnés de pureza» en el fondo «son fanáticos».
Así, ha recordado que lleva «desde los 18 años ganando a la derecha» en las elecciones y que mientras en otros lugares le acusan de ser de derechas, en Castilla-La Mancha «el PP, ya no digo Vox, no veas lo que me insultan, me sanchista».
Además, ha explicado que cree que lo normal es que Pedro Sánchez se presente como candidato si aguanta este mandato hasta 2027, porque de lo contrario habría gente que lo acusaría «de salir corriendo y no querer rendir cuentas».
Sobre las discrepancias que tiene en ocasiones con su partido, el presidente regional ha subrayado que, sobre todo, lo hace «con las concesiones a los independentistas, las que atacan la convicción de igualdad», puesto que cree es un concepto muy importante que defender, sobre todo desde una región que ha sido «olvidada» en muchos momentos de la historia y «necesita igualdad».
Critica el «recorrido obsceno y vomitivo» de Ábalos
Page ha vuelto a defender que en el PSOE no hay financiación irregular, sino que hay quien «ha abusado del partido» manchando «el buen honor de la mayoría de militantes», en una trama, la que salpica a Ábalos, Koldo y Santos Cerdán, que además considera que están protagonizando escenas «obscenas y vomitivas».
También ha tachado de «estupidez» su trama de corrupción donde «manejaban dinero en metálico» para no dejar rastro mientras «se grababan conversaciones, es de una estupidez inmensa».
Así, ha querido distanciar la importancia en la trama de Santos Cerdán, de los otros dos implicados, puesto que, en el caso de Ábalos, sí que cree que «era un personaje más conocido, digamos que al menos había comentarios de su forma de vida personal, entre otras cosas».
Después de todo lo que se está conociendo, para él es «innegable» que el exministro tiene «un recorrido obsceno y vomitivo, porque era una persona de extrema confianza de la dirección y del presidente», ha subrayado.