La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha va a realizar modificaciones legislativas para que los profesionales sanitarios sean considerados como autoridad de cara a un proceso administrativo y para poder multar a las personas que los agredan.
Son algunas de las medidas que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) ha puesto en marcha para frenar las agresiones a sanitarios en la comunidad autónoma, tal y como ha presentado este miércoles a los medios de comunicación el director general de Recursos Humanos y Transformación del Sescam, Íñigo Cortázar, en una rueda de prensa en la que ha detallado que en la región la tasa de agresiones es un 34 % inferior a la media nacional, situándose en el 16,13%.
Cortázar ha señalado que, entre las modificaciones administrativas, van a propiciar que las infracciones que están tipificadas como delitos puedan ser perseguidas también por la vía administrativa y que todos los profesionales puedan ser figuras de autoridad a efectos de procedimiento administrativo, aunque ya lo son a nivel judicial.
Además, en Castilla-La Mancha, por primera vez en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS), se va a implantar la figura del director de seguridad, un agente de Policía Nacional que va a coordinar los dispositivos de seguridad privada de todos los centros educativos, al tiempo que va a asesorar a la Dirección Generar de Recursos Humanos.
Las cifras de las agresiones a profesionales
El director general ha repasado los datos del informe de agresiones de 2024, elaborado por el Ministerio de Sanidad en colaboración con las comunidades autónomas, y ha apuntado que en 2024 se registraron en el sistema de salud de Castilla-La Mancha 687 incidentes, 41 más que en 2023, de los cuales 19 fueron agresiones físicas, una menos que en el ejercicio anterior.
Pese al aumento de incidentes, Cortázar ha señalado que la tasa de agresiones por cada 1.000 profesionales se ha reducido de un 16,48 a un 16,13, y también en atención primaria, debido a que se ha incrementado en una proporción mayor el número de profesionales, pasando de un 28,81% a un 28,02%.
El perfil del agresor y del agredido
La mayoría de los profesionales agredidos son médicos, un 33%, seguido de enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores y administrativos.
El 78% de las personas agredidas son mujeres, mientras que el 22% hombres, y el 48% los agredidos tiene entre 35 y 45 años. Todo esto en un sistema feminizado, en el que el 76% del personal son mujeres.
De su lado, el 71% de los agresores son los propios usuarios, mientras que el 29% son acompañantes.
Íñigo Cortázar ha insistido en la condena firme y rotunda ante cualquier tipo de agresión: «No hay justificación. Vamos a perseguirlo por tierra, mar y aire. Nuestro objetivo es tener cero agresiones».
Desde el Sescam «no nos conformamos» con los datos, pero han trasladado que es una muestra de que «estamos en la senda correcta», a la vez que han defendido que «ninguna agresión tiene justificación».
