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medio ambiente 29/10/2016junio 7th, 2017

Se constituyó en el año 2013 a raíz de la petición que hizo Alejandro Cano, presidente de la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, para que la Universidad de Castilla-La Mancha se involucrase en la investigación del río. En este corto pero intenso periodo un grupo de profesores, expertos y estudiantes de todos los ámbitos -no sólo medioambientalistas, también abogados, economistas, ingenieros, pedagogos, sociólogos, químicos, matemáticos, historiadores, biólogos, arquitectos…- han hecho posible numerosas investigaciones, proyectos europeos, actividades divulgativas, libros, conferencias… Todo ello para dar voz a una institución -la UCLM- que no se podía quedar muda por más tiempo en la polémica por la situación del Tajo.

Beatriz Larraz.


Beatriz Larraz, profesora de Matemáticas en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales del campus de Toledo, es la coordinadora del Grupo de Investigación del Tajo de la UCLM. Sostiene que ha llegado un punto en el que «el Tajo ya no es un río; está tan alterado que ha perdido su denominación». La radiografía de los problemas que sufre «está clara». En primer lugar hacía referencia a la contaminación procedente, sobre todo, de Madrid, «un impacto brutal» que, sostiene, no se solucionaría totalmente aunque se depurase el 98 por 100 de las aguas residuales urbanas e industriales de la comunidad vecina ya que «solo el 2 por 100 restante sería suficiente para que el río llegase contaminado a Toledo».

En segundo lugar, Larraz ponía el acento en la falta de un caudal ecológico en el Tajo, «solo tiene un caudal mínimo», una carencia que es debida al trasvase que se lleva el 80 por 100 del agua que hay en los pantanos de cabecera de Entrepeñas y Buendía. Estos recursos se van a otra cuenca -a la del Segura-, lo que no ocurre con ningún otro río de España, algo que llegaba a calificar como «una locura». Defiende que este agua que es restado «podría paliar la contaminación, no la eliminaría del todo, pero sí la paliaría».

«LA RECUPERACIÓN DEL RÍO ES POSIBLE»

Desde el punto de vista medioambiental, el grupo de investigación de la UCLM señala que «la recuperación del Tajo es posible», ya que «los ríos tienen una gran capacidad de autorregeneración». Para ello «se deberían adoptar decisiones políticas basadas en opiniones de expertos».

Las soluciones -añadía- pasan por aumentar la inversión en I+D+i para mejorar considerablemente la capacidad de depuración de las aguas y hacer frente a los contaminantes emergentes, sustancias que, como los medicamentos, no son eliminados por estos sistemas de limpieza. Por otro lado, sería precisa una gestión «hiperanual» y sostenible de los embalses, propiciando su llenado, y que estos niveles se mantuviesen en el tiempo durante años. Aunque el Grupo de Investigación del Tajo no entra en lo que habría que hacer con el trasvase -«son decisiones políticas en las que no queremos meternos»-, una de las principales reivindicaciones que hace es que haya un caudal ecológico ya que, actualmente, «el río no tiene una dinámica fluvial natural (su caudal está muy regulado y siempre lleva el mismo agua); también está alterado el bosque de ribera que ayudaría mucho a la depuración de las aguas. Es como si fuese un cauce artificial«.

Lamenta que los intereses medioambientales se hayan supeditado a los económicos, contraviniendo incluso la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea que establece que siempre hay que priorizar las necesidades de la cuenca hidrográfica cedente y que, solo en el caso de que sobre agua, esta se podrá trasvasar. «Eso no es lo que ocurre con el Tajo» porque «la dimensión ambiental y social que el trasvase tiene en la cuenca cedente es muy fuerte».

Considera que «no tiene sentido que una zona de nuestro país -en relación al Levante- tenga basado su desarrollo en un recurso que no tiene y que debe importar». No comparte la opinión de los regantes de Valencia y Murcia de que el agua de las desaladoras -uno de los posibles remedios a este problema- no sea idónea para sus cultivos. Más bien considera que el motivo por el que no se usa estas infraestructuras se debe a una cuestión puramente económica ya que mientras que el agua trasvasada les cuesta 0,12 euros el metro cúbico, la procedente del mar tiene un precio de 0,60 euros.

PROYECTOS EUROPEOS, CONFERENCIAS, LIBROS…

Los inicios del grupo de investigación regional se remontan al año 2012 cuando se empezaron a hacer las Jornadas Universitarias del Tajo, un foro que permitió vislumbrar la riqueza de conocimientos que sobre el río tienen expertos tanto de la UCLM como de fuera de ella. Nació un año después con el objetivo de recuperar el buen estado ecológico del río.

Entre los proyectos llevados a cabo destaca uno de carácter europeo, denominado «Attenagua», en el que -tras comparar ríos del suroeste del continente- «pudimos comprobar que el Tajo no tenía una dinámica fluvial natural y que su bosque de ribera estaba muy alterado, lo que merma la capacidad para depurar sus aguas».

También participa en el proyecto europeo Aguamod -igual que el anterior concerniente al suroeste de Europa-, gracias al cual tratan de proveer a los gestores del agua de herramientas con las que tomar decisiones en la planificación, cuantificando el impacto ambiental y socioeconómico que tendrá el cambio climático sobre la población.

Los resultados de todos estos estudios se dan a conocer a través de publicaciones como la que acaban de hacer sobre las conclusiones del Foro Ibérico del Tajo celebrado en 2015, donde «estudiamos cómo afecta a Portugal la gestión que hacemos del río en España».

Cursos de formación, exposiciones, tesis doctorales, trabajos de fin de grado y fin de master, acciones educativas dirigidas a escolares, conferencias, colaboraciones con las administraciones públicas y plataformas ciudadanas y su implicación en órganos como la ponencia técnica del Pacto de Toledo por el Tajo y el Consejo de la Ciudad de Toledo por el Tajo completan la trayectoria profesional de este grupo.

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