Hay nombres muy curiosos de pueblos en Castilla-La Mancha, algunos ya sobradamente conocidos, otros menos. Identidades que tienen su larga historia, anclada en la memoria de los tiempos. Nombres que, como ocurre con las personas, forman parte del alma de los municipios. ENCLM ha elaborado una somera selección de los más destacados, que llaman poderosamemte la atención.
Albacete
Bienservida
Le debe su nombre a la Condesa de Paredes, la ‘bien servida’ que visitó el pueblo en el siglo XVI y se hizo cargo del coste del retablo de la iglesia de San Bartolomé. La leyenda relata que semejante joya era tan cara que solo podía pagarla una persona con mucho dinero que habitase las tierras. Agradecidas por el buen trato recibido, los vecinos de aquella villa decidieron bautizar el pueblo como Bienservida.
Cotillas
Aún la provincia de Albacete encontramos un clásico, Cotillas: el nombre Cotillas tiene una clara relación con el castillo que, en la antigüedad, se encontraba en el pueblo. En la época musulmana el lugar era conocido como «Al Cutillas», lo que indica que estaba situado en la base de una colina o montaña, posiblemente donde se ubicaba el castillo. Este, hoy en ruinas, fue un elemento importante en la historia de la zona, y su presencia influyó en el nombre del pueblo.

El nombre de Cotillas proviene de su castillo. Foto: Ayuntamiento.
Ciudad Real
Agudo
El origen del asentamiento actual corresponde al período de dominación musulmana con la denominación de ‘Acud’; no obstante, en el siglo XVI era mencionado como Puebla de Agudo, lo que lleva a considerar que su fundación debió tener lugar tras la Reconquista.
Las Labores
Se cree que Las Labores debe su nombre al conjunto de actividades y trabajos que desarrollaba un grupo de gañanes que, provenientes de Arenas de San Juan, Herencia y Villarrubia de los Ojos, decidieron asentarse en este territorio y fundar la localidad.
Cuenca
Pajarón y Pajaroncillo
En la Serranía Baja de Cuemca se encuentran dos municipios vecinos que comparten un vínculo con las aves, aunque no existen datos claros sobre el origen exacto de estas denominaciones.
Pajarón, con 75 habitantes, guarda un importante evento histórico: la Batalla de Pajarón, librada en 1289 entre tropas reales y fuerzas del reino de Albarracín. Este enfrentamiento no solo marcó la historia local, sino que también dejó un símbolo en el escudo del municipio, donde se representa un ave junto a un castillo.
A pocos kilómetros, Pajaroncillo, con 62 habitantes, ofrece un entorno natural que incluye el Pico de la Zorra y las orillas del río Cabriel. Aunque su nombre parece ser un diminutivo de Pajarón, refuerza la conexión de ambos municipios con la naturaleza, especialmente con las aves, que decoran sus respectivos escudos.
Arrancacepas
Y no se puede obviar Arrancacepas, otro municipio conquense cuyo nombre hace una clara referencia a la viticultura. En este pequeño rincón la tradición del cultivo de la vid dejó huella, hasta el punto de inspirar el nombre del pueblo. De hecho, en el siglo XIX había aquí numerosas cuevas de vino que simbolizaban la importancia del cultivo de la vid en la zona.
Uña
En Cuenca también se halla Uña, un pequeño pueblo encajado entre sierras y bañado por el río Júcar. Más allá de su nombre breve, este lugar ofrece una belleza natural impresionante. Su nombre es tan corto como misterioso, pero los paisajes de la laguna homónima y las montañas a su alrededor lo convierten en un destino ideal para los amantes de la naturaleza.
Guadalajara
Matarrubia
La hoja de coscoja en oro hace referencia a la tradición oral que existe en la villa conocida como Matarrubia de atribuir el origen de su nombre a las “matas rubias”, esto es, las ramas secas y amarillentas de las coscojas, árbol muy abundante en el término municipal.

El origen del nombre de Matarrubia es arbóreo.
Morenilla
«Morenilla», en Guadalajara: la historia del nombre «Morenilla» puede ser entendida como una advocación mariana con raíces en el Levante español o con la conversión de un moro al cristianismo.
Toledo
Cebolla
En la ya famosa villa de Cebolla, el nombre del pueblo proviene del árabe «Yevayla», que significa «montecillo».
Pepino
Uno de los pueblos más conocidos por su nombre curioso es Pepino, situado a 9 kilómetros de Talavera. Su nombre tiene origen en 1576, cuando uno de los herederos del lugar se llamaba Alonso Pepino. Así que parecía una broma vegetal es un homenaje ancestral.

Pepino, un municipio orgulloso de su nombre. Foto: Ayuntamiento.
Pulgar
Otro caso es Pulgar, también en Toledo, donde los «pulgareños» llevan con orgullo este nombre inspirado en la palabra latina ‘pollicäris’, que alude a los sarmientos que se dejan en la poda de las viñas para dar vida a los nuevos brotes. Al parecer, este pueblo tiene sus raíces profundamente entrelazadas con el cultivo del vino y las tradiciones rurales.