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sábado, 20 de abril de 2024
Arantxa Castaño, responsable de Comunicación del campus de Toledo, de la UCLM, es la protagonista de esta historia.
Una pesadilla en plena madrugada - 08 enero 2018 - Toledo

Desde luego nunca pensó, cuando salió a las cuatro de la tarde del sábado 6 de la localidad que la vio nacer, Brime de Sog, en la provincia de Zamora, que iba tardar nada más y nada menos que once horas y media en llegar a Toledo, lugar donde trabaja y reside. Hasta las cinco y media de la madrugada no entraba en su casa. Por medio, una nevada de impresión, una autopista (la AP-6) que, como bien saben ya a estas alturas de la película, sorprendentemente no estaba preparada para la tormenta blanca y se convirtió en poco menos que un «infierno», un cabreo de aúpa y unas dosis de paciencia que se acabaron cuando leyó algunos de los tuits que escribió el director general de Tráfico. Pero comencemos por el principio…

Video que grabró la propia Arantxa, ya metida en el «infierno» nevado de la AP-6.


Nuestra protagonista es una periodista, Arantxa Castaño, responsable de Comunicacón del campus de Toledo, de la Universidad de Castilla-La Mancha. Junto a ella, en su coche, su inseparable gato, Mephisto, quien aguantó como un jabato el chaparrón…

La encerrona que la esperaba en la AP-6

«Yo había visto la previsión meteorológica y estaba al tanto de lo que podía caer, pero una siempre piensa que una autovía y una autopista están más que preparadas para ello. Por eso me pertreché y llené el depósito del coche, el teléfono móvil cargado a tope y comida por aquello de que después de venir de mi tierra pues siempre te traes algo…».

Salió a las cuatro de la tarde porque tenía la intención de pasar el túnel del Guadarrama, entre la provincia de Segovia y la Comunidad de Madrid, antes de que se fuera la luz natural. «Y decidí que me venía por la AP-6, sinceramente, porque nunca me planteé que en Castilla y León (comunidad autónoma donde las nevadas son frecuentes) no estuvieran preparados».

Sobre las seis de la tarde envió un mensaje a su familia diciéndoles que empezaban a caer copos y en el kilómetro 80… Aquí comenzó la pesadilla. «Paramos y no había quién circulara dos metros seguidos». Los temores se confirmaron cuando comprobó que durante las siguientes tres horas y media, prácticamente parados, «solo vimos pasar dos quitanieves. La temperatura ya era de cero grados y la carretera se congelaba. Rodé cinco kilómetros en cuatro horas».

Por lo que a las 10 de la noche, cuando estaba a apenas cuatro o cinco kilómetros del peaje de la autopista para salir de ella, «decidí quedarme allí. Era inútil no hacerlo». La que se avecinaba…

Mientras, veía cómo pasaban las horas y salía de vez en cuando del coche para estirar las piernas. Así hasta las tres de la madrugada, «cuando vimos que la UME (Unidad Militar de Emergencia) ya estaba allí. Y a las cuatro comenzaron a moverse los coches». De ahí al peaje y en cuanto pasó el túnel del Guadarrama, «¡ni un copo de nieve! Antes del túnel era el infierno, después, prácticamente normalidad. Llegué a Toledo a las cinco y media de la madrugada». Y se pregunta: «¿Por qué en Castilla y León no previeron la situación cuando se sabía que iba a nevar? Fue tal el descontrol, la desinformación…».

Incluso contestó, con su correspondiente dosis de cabreo, a uno de los tuits que puso el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, en el que le decía claramente que no veía los medios necesarios para restablecer la circulación. A continuación pueden leer el tuit de Serrano y la respuesta de Castaño:

El cabreo de Arantxa ya era mayúsculo… Total, que las cuatro horas que debía haber durado lo que se suponía que iba a ser un plácido viaje se convirtió en una jornada agotadora, como recuerda apenas 12 horas después en conversación telefónica con encastillalamancha.es.

Mención ejemplar para Mephisto, su gato, «toledano, del parque de la Vega, quien durante todas estas horas no se quejó ni una sola vez».

A partir de ahora, cada vez que haya aviso de nevada gorda y tenga que circular por la AP-6… Arantxa se lo pensará con detenimiento. Porque no quiere repetir una madrugada más en el «infierno».

[ze_image id=»220094″ caption=»Mephisto, el gato de Arantxa, aguantó perfectamente el chaparrón, sin una sola queja.» type=»break_limited» src=»http://ecmadm.encastillalamancha.es/wp-content/uploads/2018/01/mephisto_gato.jpg» urlVideo=»» typeVideo=»» ]

 

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