sábado, 20 de abril de 2024
Operaba en Tarancón y Valencia 28/05/2012junio 13th, 2017

La Guardia Civil ha desarticulado un grupo de seis personas dedicado a la extorsión y la estafa, que operaban desde Tarancón (Cuenca), para cometer el primer tipo de delito, y Valencia (el segundo). En el caso de la extorsión, la banda solicitaba el pago de una deuda que iba aumentando con el tiempo. Para lograr el cobro, el grupo amenazaba y, en caso necesario, recurría a la violencia física hasta llegar a infringir lesiones graves como fracturas de huesos. Las víctimas, debido a la presión a que eran sometidas, cambiaban de casa (hasta de provincia) o se recluían en las mismas. Y las amenazas se extendían a los familiares de las víctimas, que acababan pagando. Ademas, una víctima fue objeto de una estafa. El estafado adelantó un dinero para comprar unas motos a bajo precio para luego revenderlas, pero siempre surgía un problema para que adquiriese los vehículos mientras debía pagar más y más, hasta llegar a los 25.000 euros. El grupo obtuvo 120.000 euros con las extorsiones y los referidos 25.000 euros con la estafa.

A principios del presente mes, la Guardia Civil de Cuenca ha detenido a seis personas, cuatro en Tarancón (Cuenca) y dos en Valencia. Los cuatro detenidos de Tarancón formaban un grupo dedicado a la extorsión, mientras que los detenidos de Valencia, lo fueron por estafa.


A primeros de marzo de 2012 se recibió una denuncia, donde una persona denunciaba ser víctima de una extorsión; se le exigía dinero, bajo amenazas en un principio y posteriormente violencia física.

Ante la comisión de un posible delito de extorsión se hizo cargo de la investigación el Equipo de Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cuenca, dando comienzo la denominada Operación «Pagano».

En las primeras gestiones se comprobó la veracidad y la gravedad de los hechos, así como la gran presión ejercida sobre las víctimas que, en algunos casos se ponía de manifiesto en la imposibilidad de poder pagar la deuda contraída por el aumento constante y progresivo de la misma.

Concretada la realidad de la existencia del mencionado grupo organizado dedicado a la extorsión, se establece como prioridad en la Operación «Pagano» reunir indicios suficientes para poder demostrar la existencia del delito, así como poder identificar no solo a todos los integrantes de la red, sino también poder determinar el rol ocupado por cada uno de ellos en la organización, y culminar con su puesta a disposición judicial.

MODUS OPERANDI

En la investigación se pudo comprobar que la red actuaba habitualmente de la misma manera:

Ante una pequeña deuda, la banda solicitaba el pago, y en caso de retraso, la cantidad iba aumentando de forma progresiva, generando unos intereses usurarios, lo que hacía que cada vez la deuda fuese más alta. Para efectuar los cobros hacían uso de amenazas y en caso de que estas no surtieran efecto llegaban a ejercer violencia física, mediante golpes que causaban en algún caso lesiones graves (fracturas de huesos).

La presión que el grupo ejercía sobre las víctimas era tal, que Estas, en unos casos, optaron por cambiar temporalmente su domicilio a otra provincia y en otros, recluirse en su casa ante posibles represalias, situación esta última que se ha ido prolongando en el tiempo y que psicológicamente ha afectado a estas personas.

Asimismo, las amenazas a las víctimas para conseguir el pago de la deuda se extendía además a sus familiares más allegados, sobre todo en caso de los padres, los cuales para evitar el sufrimiento de sus hijos aceptaban pagar lo que se les exigiese.

Además, una de las víctimas también fue objeto de una estafa. La misma consistió en que el estafado adelantó una cantidad de dinero con el que adquirir unas motocicletas a bajo precio que, después venderían a otro superior, obteniendo así ganancias. Sin embargo, siempre surgía un problema que impedía que se pudiesen adquirir los vehículos, mientras que la víctima iba adelantando cantidades de dinero que llegaron a unos 25.000 euros.

La operación se ha cerrado con un balance de seis detenidos, cuatro en Tarancón por los delitos de lesiones, amenazas y extorsión y dos en Valencia por el delito de estafa, todos ellos de nacionalidad española y con edades comprendidas entre los 23 y los 30 años.

Hasta el momento han sido localizados un total de 11 personas perjudicadas, no descartándose que surjan otras personas que hubieran sido víctimas de este tipo de hechos.

La cantidad extorsionada es cercana a los 120.000 euros y la estafada asciende a unos 25.000 euros.

(Visited 20 times, 1 visits today)