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en toledo 07/02/2012junio 14th, 2017

Manuel A.P.G., de 43 años, el hombre acusado de incendiar la vivienda de su expareja hace un año en el barrio del Polígono de Toledo ha negado los hechos y ha reprochado a la que fuera su compañera que tuviera a los cinco hijos viviendo en un «estercolero», en una casa sin agua, sin luz y sin calefacción.

Los hechos que se juzgan en la Audiencia de Toledo ocurrieron el 4 de febrero de 2011, al día siguiente de que el inculpado saliera de prisión, donde cumplía pena, al parecer, por tráfico de drogas, aunque también fue condenado en 2001 por otro incendio ocurrido en Gerona.


Durante su declaración ha negado que la discusión estuviera motivada porque ella –Gema R.L.– le comunicara su deseo de romper la relación, ya que «estaba rota desde hace tiempo, aunque cabía una posibilidad» de volverla a retomar.

Ha negado, asimismo, en contra de la versión dada por ella, que le arrojara un cenicero, que le propinara un bofetón, que le insultara y que le profiriera amenazas, tal como ha relatado ella en el juicio, que continuará mañana.

Buena parte de la declaración de Manuel ante el tribunal -para quien la fiscalía pide un total de 17 años de cárcel- ha estado centrada en reprochar a Gema el estado en el que tenía a sus hijos, en una casa llena de basura, con moho en los biberones, sin agua, sin luz y sin calefacción, lo que han corroborado varios testigos, entre ellos un policía.

El policía en cuestión, que acudió a inspeccionar la vivienda al día siguiente del incendio, ha dicho que en el piso calcinado estaba todo «muy sucio y deteriorado, como en el ‘Síndrome de Diógenes'» (trastorno del comportamiento que se caracteriza por la acumulación de basura), ha señalado el agente, quien también ha explicado las dificultades que tuvo entre el vecindario para lograr testimonios.

Actualmente, los cinco hijos de ella, tres de los cuales son también de Manuel, viven con los abuelos maternos, pues, después del incendio los dejó en mi casa y «hasta ahora», «apenas los ve», ha confesado el padre de Gema.

Uno de los policías que tomó declaración al acusado cuando éste se entregó en la comisaría de Policía tras conocer que le estaban buscando ha explicado que Manuel le dijo que él no había prendido fuego a la casa, sino que había sido ella para luego acusarle.

Cuando se produjo el incendio en la vivienda no había nadie, puesto que Gema había huido a casa de la vecina saltando por la terraza, donde tuvo conocimiento del fuego por los gritos de los vecinos.

Según la denunciante, el fuego -que tenía dos focos- lo provocó el acusado al entrar en la casa con las llaves que le había sustraído de encima de la mesa del salón, lo que también ha negado.

Además de la pena de prisión, la fiscalía pide para el procesado ocho días de localización permanente por dos faltas de vejaciones de carácter leve contra su excompañera, a la que deberá indemnizar con la cantidad de 30 euros por el maltrato e indemnizar a la aseguradora Ocaso con 9.650 euros por los daños causado en el inmueble.

La vista oral seguirá mañana con la declaración de nuevos testigos y peritos.

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