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violencia de género 25/10/2013junio 12th, 2017

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a L.C.R., un hombre vecino de Socuéllamos (Ciudad Real) a tres años y seis meses de prisión por intentar matar a su pareja sentimental en mayo de 2012.

La sentencia, hecha publica hoy 25 de octubre, ha considerado probado que L.C.R., que desde el 4 de mayo de 2012 se encuentra en prisión provisional, intentó ahogar a su pareja con las manos y, posteriormente con un cable de un radiador eléctrico.


La Audiencia Provincial ha considerado probado que L.C.R. y R.C.A., su compañera sentimental, mantenían un relación que les había llevado a vivir juntos en varias ocasiones.

Durante esta relación, que se había visto interrumpida en varias ocasiones por los celos de él, la pareja había tenido diversas desavenencias y discusiones verbales, aunque, reconoce el tribunal, nunca con violencia ni agresiones físicas.

Las desavenencias fueron ocasionando un deterioro progresivo de la relación sustancialmente por celos y por la diferencia de edad existente entre ellos y por un intento de control de L.C.R. a R.C.A., hasta que desencadenaron los hechos que tuvieron lugar cuando ambos discutieron a raíz de la intención de la mujer de salir a «tomar algo» con su amigos.

L.C.R., inicialmente no se negó a ello, si bien, cuando la llevaba con sus amigos decidió darse la vuelta en el vehículo y regresar a casa, tras lo cual, y una vez que estaban acostados, comenzaron a discutir hasta acabar agrediéndose entre ellos.

El hombre, que le propició un puñetazo en la cara a su pareja, acabó poniéndose encima de ella y cogiéndola por el cuello con las manos apretando con intención de acabar con su vida.

La mujer, que tras forcejear con él pudo evitar que acabara asfixiada, posteriormente, sufrió un intento de estrangulamiento cuando él cogió un cable del radiador que estaba en la habitación y se lo pasó por el cuello.

Al final, L.C.R. pudo soltarse de su pareja y levantarse para gritar y pedir socorro, si bien, él la volvió a coger y llevar por las escaleras cogida de las manos hasta que en la muerta de la casa la soltó, diciéndole que «era una perra, que le perdonaba la vida y que la iba a matar».

La Audiencia condena al procesado por intento de asesinato, si bien le absuelve del delito de maltrato habitual del que era acusado.

La sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real además de la pena de prisión, también prohíbe al L.C.R. a residir en la localidad de Socuéllamos, así como de aproximarse a la víctima y a su domicilio, lugar de trabajo y a cualquier otro que sea frecuentado por ella, en una distancia inferior a quinientos metros, al tiempo que establece la prohibición de comunicarse con ella.

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