Eran nueve cohetes antigranizo que tenían un buen aspecto exterior pero que no son precisamente inofensivos, sino todo lo contrario. Se los encontró el propietario de una finca en Munera (Albacete) y avisó a la Guardia Civil, quienes los explosionaron.
Los nueve cohetes antigranizo se los encontró un hombre en su finca, tenían más de 40 años de antigüedad y tuvieron que ser explosionados por la Guardia Civil. Se encontraban en un avanzado estado de deterioro y aparecieron por casualidad cuando se realizaban tareas de limpieza en Munera (Albacete). El propietario de la finca no los manipuló y avisó a los agentes.
Hasta allí se desplazó el equipo de búsqueda y localización de artefactos explosivos de la Guardia Civil de Albacete y éstos avisaron al grupo de desactivación de explosivos de la Comandancia de Murcia. Dos especialistas se desplazaron hasta el lugar y los explosionaron en un terreno apropiado, utilizando cargas controladas especiales con el fin de minimizar el impacto medioambiental.
Los cohetes tenían una apariencia exterior inofensiva, pero son altamente peligrosos por su composición interior, ya que disponen de una carga explosiva generalmente muy inestable a cualquier tipo de manipulación.