El juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Ciudad Real contra tres hombres acusados de matar al pastor Pedro Fernández Hijicos de un fuerte golpe en la cabeza, en una finca de la pedanía de Cinco Casas, en Alcázar de San Juan, ha quedado hoy miércoles visto para sentencia.
En los informes de conclusiones, el fiscal ha pedido 22 años de prisión para cada uno de los tres acusados, P.D.V., que en la primera sesión del juicio se declaró autor de los hechos, y para V.D. y D.M., a quienes el fiscal considera también culpables del crimen.
De los 22 años de cárcel que el fiscal pide para cada uno de ellos, 15 son por el delito de homicidio, dos por pertenencia a grupo criminal y cinco por robo con violencia e intimidación.
Por su parte, la defensa ha pedido para P.D.V., de nacionalidad rumana, una pena de cinco años de prisión por homicidio involuntario y tres y seis meses por robo con violencia.
La defensa, para V.D. y D.M., también rumanos, ha solicitado la libre absolución porque considera que no hay pruebas que demuestren que estuvieran en el lugar de los hechos.
Durante la última sesión del juicio se ha podido escuchar el testimonio del compañero de Pedro Fernández Hijicos, el también pastor Miguel Lara, que sufrió graves heridas durante la madrugada del 2 al 3 de diciembre de 2011, fecha en la que tuvieron lugar los hechos.
Lara ha declarado que cuando fue abordado por los acusados pensó que su vida corría peligro cuando los autores de los hechos, que iban con la cara tapada, le vertieron sobre la cabeza una cerveza que llegó a pensar que podía ser gasolina con la que le iban a prender fuego.
El pastor, que logró salvar la vida, pero que sufrió importantes heridas, ha comentado que al encender la luz vio cómo al menos tres personas agredían con una piedra a su compañero, que también recibió golpes con un hierro.
Durante la sesión también han testificado los forenses del caso que han reconocido que Pedro Fernández Hijicos, el pastor fallecido, recibió una brutal paliza que le causó heridas mortales.