El desconocido pueblo de Castilla-La Mancha que fue «el pequeño Bilbao»
Ubicada entre encinas, jaras y barrancos del Alto Rey, esta localidad serrana se transformó en la segunda mitad del siglo XIX en uno de los epicentros mineros de España gracias a sus filones de plata —entre ellos las minas de Santa Catalina y Santa Teresa— que atrajeron hasta 5.000 trabajadores en su máxima bonanza