Los quintos ya preparan los remolques de leña que arderá la noche del 24 de enero en la «luminaria», que sirve como víspera de “Día de la Vaca”, el 25 de enero, festividad de San Pablo. Lo mozos de la misma quinta, uno de ellos disfrazado de vaca, «cornean» a los forasteros hasta el Ayuntamiento donde se les ofrece limonada y tostones.
Este municipio toledano enclavado en paraje único, los Montes de Toledo, celebra la festividad de la Vaca que data del siglo XVI y mezcla la fiesta religiosa con la pagana.
Desde 1994 declarada de Interés Turístico Regional, en la mañana del 24 de enero los quintos van con remolques hasta la dehesa para llevar al pueblo la leña con la que harán la «luminaria», una enorme hoguera que se prende a las 23 horas. Un chocolate y un baile completan esta jornada de víspera.
El Día de San Pablo o Día de la Vaca, uno de los quintos se disfraza de vaca (antiguamente era el que tenía un destino para hacer la mili más lejano). Otro mozo de disfraza de vaquero, bien vestido y otro es su contrapunto vistiendo harapiento que es el llamado «escobero». Junto con la «Madre Cochina» y los “cencerreros”, el resto de quintos que hacen sonar enormes cencerros, se encaminan para sacar en procesión a San Pablo y a San Sebastián.
Tras la misa, comienza el juego al que llaman «tirar del palo», que es un juego que enfrenta a solteros contra casados tirando de cuerdas para dilucidad quienes son más fuertes.
El juego del palo da pie al punto fuerte de la jornada: “Correr la vaca”. Se hace un pasillo y los cencerreros comienzan a buscar a los forasteros. Estos son cogidos por el brazo y se les acompaña hasta el Ayuntamiento donde recibirán su recompensa: limonada y tostones, una pasta compuesta de garbanzos tostados.
Tras la comida, la fiesta se remata con el “Baile de Vaca”. En esta fiestas donde los forasteros además de víctimas son protagonistas, desde el municipio invitan a todo el mundo a disfrutar de su fiesta “cuantos más, mejor”, porque en San Pablo de los Montes «serán bien recibidos por la hospitalidad de nuestras gentes».