En el período 2008-2011, la economía castellanomanchega se contrajo de media un 1,94 por 100. Así se recoge en el último informe de Coyuntura Económica publicado por la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), donde se expone también las previsiones de crecimiento para 2013.
La Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) ha publicado el Informe de Coyuntura Económica regional correspondiente al cuarto trimestre de 2012, un período caracterizado por «una relajación en las tensiones de deuda en los países con problemas como España e Italia» que se deben, por un lado, «a las declaraciones de diversos organismos europeos sobre la irreversibilidad del euro y la puesta a disposición de los países con problemas del programa de compra de deuda soberana, recuperando en parte la confianza de los inversores internacionales; y, por otro lado, al acuerdo de última hora en Estados Unidos que evitó el abismo fiscal».
Entre los datos que se exponen en el informe (que se pueden descargar más abajo) destaca la caída que ha experimentado la economía regional desde 2008. En este sentido, el Producto Interior Bruto (PIB) se redujo en 2011 en un 0,4 por 100, en contraste con el crecimiento del 0,4 por 100 experimentado en el conjunto de España. En el mismo período 2008-2011, la economía castellanomanchega se contrajo de media un 1,94 por 100.
Las previsiones apuntan a una caída de la economía regional en 2013 del 0,7 por 100.
La producción industrial acumula durante 2012 una caída de 10,5 por 100 durante 2012, mientras que a nivel nacional se redujo en un 7,3 por 100.
FINANCIACIÓN DE EMPRESAS
Los préstamos de las entidades financieras concedidos al tejido productivo han registrado mínimos históricos al reducirse en un 7,2 por 100.
Un dato que contrasta con los créditos al sector público en España que aumentaron en un 15,5 por 100 en el mismo período, «encadenando varios meses consecutivos de crecimiento positivo, a la vez que esos recurso se detraen del sector privado».
En el informe se puntualiza que, igual que las empresas, «los hogares reciben un 3,6 por 100 menos de financiación anual».
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