La localidad de Escalona (Toledo) se encuentra este viernes en un estado de «sorpresa absoluta» por el suceso que ha ocurrido durante la noche de este jueves al viernes, cuando un hombre de 65 años, que ya ha sido detenido por la Guardia Civil, ha acabado con la vida de su hijo al dispararle con una escopeta en el transcurso de una discusión.
El alcalde de Escalona, Álvaro Gutiérrez, ha afirmado a EFE que en este pueblo toledano de unos 4.000 habitantes, los vecinos están en un estado de «absoluta sorpresa» por el suceso, ya que «de ninguna manera» se podía pensar que en el seno de esa familia, que lleva décadas viviendo en el municipio, pudiera ocurrir un suceso de estas características.
«Al menos de puertas para afuera, era una familia normal, no tenían ningún tipo de problemas con nadie», ha comentado Gutiérrez, que ha incidido en que «nada hacía pensar que tuvieran algún tipo de problema o situación que pudiera conllevar a una situación tan dramática».
En un chalé de la calle Margarita
Al parecer, según ha relatado el alcalde de Escalona, el fallecido de 37 años y sus padres, un hombre de 65 y una mujer de la que no han trascendido más datos, vivían en la misma casa, un chalé ubicado en la calle Margarita, en la urbanización Miragredos, y los tres estaban en la vivienda cuando se produjo el suceso.
Según han explicado fuentes de la Delegación del Gobierno central en Castilla-La Mancha, sobre las 23:35 horas, en el transcurso de una disputa familiar, el padre disparó al hijo a la altura del abdomen, lo que le causó la muerte.
Tras acudir al lugar, la Guardia Civil ha detenido al padre -que tenía permiso de armas-, mientras que la madre ha precisado asistencia psicosocial de Cruz Roja, tras presenciar el suceso.