El acusado de asesinar en mayo de 2022 en Tarancón (Cuenca) a su pareja asestándole hasta 34 puñaladas ha reconocido este lunes los hechos a preguntas de su abogado, pero se ha negado a contestar a la Fiscalía y a las acusaciones particular y popular.
El interrogatorio al acusado ha tenido lugar en la primera sesión del juicio en la Audiencia provincial de Cuenca tras la elección del jurado popular, que ha durado en torno a una hora y está compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres, y de la lectura de los escritos de acusación y de la defensa.
El procesado se ha limitado a responder de forma afirmativa a todas las preguntas de su abogado, como que en el momento de los hechos estaba casado con la víctima, con la que tuvo tres hijos, y que tuvo discusiones con ella y en un momento determinado llegó a decirle que «le iba a quitar la vida».
Asimismo, ha reconocido que tuvo un juicio anterior por este motivo y que su esposa se acogió a su derecho a no declarar, por lo que fue absuelto y dejó sin efecto la orden de protección que tenía ella por este motivo.
El día de los hechos, tal y como ha relatado el letrado de la defensa y ha confirmado con un «sí» el acusado, a las 8 horas de la mañana se encontraba en casa con su mujer y sus hijos, y cogió un cuchillo de grandes dimensiones con el mango naranja, que ha sido mostrado al propio acusado y al jurado en este momento de la vista oral.
Aprovechándose de su superioridad física, del entorno del hogar familiar y ante la presencia de sus hijos, ha vuelto a responder de manera afirmativa que acabó con la vida de su mujer, que no tenía posibilidad de defensa, y que para quitarle la vida a su mujer le propinó «reiteradas puñaladas, hasta 34 golpes», y finalmente la mató «degollándola pero sin llegar a cortarle el cuello de manera completa, sin llegar a decapitarla».
A las 9:00 horas salió del domicilio, dejando la puerta abierta y a los niños en una habitación, y se dirigió al centro social del pueblo donde buscó un asistente social, al que le confesó lo que había hecho y le pidió que se encargara de sus hijos.
De manera posterior, según el relato interrogatorio del abogado al que el acusado ha respondido «sí» en todo momento, fue al Puesto de la Guardia Civil de Tarancón, donde también confesó «de manera espontánea» lo que había ocurrido y «lo que había hecho».
También ha respondido de manera afirmativa a que «entiende todo el daño que ha causado, está arrepentido y se compromete a enmendarlo al menos con el pago de las responsabilidades civiles en la medida de sus posibilidades a sus hijos y a sus familiares», porque tiene ese «propósito de enmienda», según las palabras del letrado con las que ha concluido el interrogatorio a su defendido.
Asesinato con agravantes de parentesco y de género frente a la absolución
El fiscal, según los hechos que considera que se produjeron, cree al procesado autor de asesinato y de tres delitos de lesiones, con las agravantes de parentesco y de violencia de género y la atenuante de confesión, por lo que ha solicitado una pena de un total de 28 años de prisión.
El letrado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que ejerce la acusación popular se ha adherido al escrito de la Fiscalía en todos su términos, mientras que la acusación particular, que representa a la familia de la víctima, también considera que es asesinato con las agravantes de parentesco y de género y pide 25 años de cárcel.
Sin embargo, la defensa ha alegado en su escrito que fue la víctima la que atacó al acusado y que eso le provocó una afectación mental y un estado de enajenación que le impidió controlar sus impulsos, si bien ha rechazado que sea un asesinato y ha dicho que, en todo caso, sería un homicidio por legítima defensa; y tampoco acepta la agravante de género aunque sí la de parentesco, y ha pedido la libre absolución.