Los 318 pasajeros del AVE de Madrid a Málaga atrapados catorce horas a la altura del término municipal de Villaseca de la Sagra (Toledo) por la avería de una catenaria en Yeles (Toledo) han denunciado una situación dantesca, con ataques de pánico y calor sofocante: «Nos cobraban hasta el agua».
«Papá, por favor, no me vuelvas a montar en un tren»
Uno de los afectados, Manuel Jiménez Baras, abogado y socio del despacho de abogados Ius Abogados, viaja con sus tres hijos menores de edad, de 10, 13 y 14 años, y ha relatado como una persona mayor ha tenido que ser evacuada en una UVI móvil, a otra le han puesto oxígeno y varios pasajeros han sufrido ataques de pánicos.
«Varios bebés han pasado toda la noche llorando y mi hija pequeña me ha dicho: ´Papá, por favor, no me vuelvas a montar en un tren en mi vida´», ha lamentado este afectado que ha explicado que en un principio el calor fue sofocante, todos a oscuras y sin ningún tipo de información.
«Hemos estado catorce horas aquí dentro: Esto es una detención ilegal. Una situación impropia de este siglo», ha recalcado, al tiempo que ha denunciado que pese a quedar atrapados y con toda la maquinaria apagada y sin aire acondicionado: «nos cobraban hasta el agua, ellos haciendo caja».
Renfe empieza a transbordar a los 318 pasajeros del tren parado en Toledo y restablece el tráfico
Ha agradecido la labor realizada por los servicios de emergencias y la Guardia Civil que llegaron cuando ya llevaban atrapados en el tren una hora, y en todo momento los han atendido y ayudado, «desde el primer momento trajeron agua y luego, un poco más tarde, alimentos».
Ha criticado, en conversación telefónica con EFE, que «no le podías preguntar a los operarios que iban dentro (del tren) porque han desaparecido», solo los servicios de emergencias, Guardia Civil y al servicio de seguridad del AVE.
El letrado ha descrito que el tren ya salió media hora más tarde de la hora establecida y que cuando llevaban unos 50 kilómetros fue cuando se quedaron parados y atrapados.
Los pasajeros han pasado una noche «infernal» si salían fuera del tren había agua estancada y numerosos mosquitos te picaban, «los bebés han estado toda la noche llorando, la única solución era quedarte dentro con un calor sofocante», ha lamentado.
Jiménez Baras está en contacto con sus compañeros del bufete, Ius Abogados, con sede en Málaga, para emprender acciones legales contra Renfe.
Sobre las 10 horas de este martes, los 318 pasajeros han llegado a Atocha después de que Renfe haya realizado el transbordo de los mismos y a las 11.35 horas han partido hacia Málaga, aunque no se sabe a hora exacta que llegarán a su destino.