Los trabajadores y trabajadoras del sector del Metal de Ciudad Real han dejado claro que no aceptarán retrocesos en la negociación del convenio colectivo y que están dispuestos a movilizarse e incluso ir a la huelga si la patronal no rectifica su postura.
Así lo han manifestado tras la finalización del proceso asambleario convocado por los sindicatos UGT y CCOO para informar del estado de las negociaciones.
El proceso informativo, desarrollado en dos asambleas, ha servido para tomar el pulso al sector y conocer la opinión de los profesionales de la siderometalurgia en la provincia. La primera reunión tuvo lugar el 25 de septiembre en la comarca de Manzanares, con la participación de más de 60 delegados y delegadas sindicales que condenaron la actitud intransigente de la parte empresarial, a la que acusan de no valorar el esfuerzo negociador de los trabajadores ni aceptar los puntos propuestos por la parte social.
En esa cita, los asistentes acordaron preparar un calendario de movilizaciones y no descartar la convocatoria de huelga como último recurso si no hay avances.
La segunda asamblea, celebrada el 2 de octubre en Puertollano, reunió a más de 400 trabajadores y trabajadoras del Metal, un aforo tan amplio que obligó a trasladar el encuentro a la calle. Durante la reunión, los asistentes expresaron su malestar e indignación ante los casi ocho meses de negociación sin resultados, denunciando lo que consideran una falta de respeto hacia los empleados y sus familias.
Según los sindicatos, el ambiente fue en aumento hasta que los participantes corearon de forma unánime «Movilizaciones ya» y «Huelga, huelga, huelga», dejando claro su respaldo a la protesta.
Tras ambas reuniones, CCOO y UGT han señalado que los trabajadores del Metal han dado su veredicto: no renunciarán a los derechos conquistados tras años de lucha. En un comunicado conjunto, subrayan que la movilización, la protesta y la lucha son el único camino si la patronal no reconsidera su posición y muestra voluntad de alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas partes.
Los sindicatos aseguran mantener una postura abierta al diálogo, pero advierten de que “el tiempo apremia, la paciencia se acaba y las consecuencias serán responsabilidad de quien no quiera avanzar”. En este contexto, insisten en que la plantilla del sector sí está dispuesta a avanzar, pero sin renunciar ni retroceder en sus derechos.