El CD Toledo cayó de pie en su día grande sobre el tapete del Salto del Caballo. Los de la capital regional arañaron primero con una diana de Brunet, pero el Sevilla, lúcido en todas las líneas de campo, consiguió remontar. A partir de ahí, la calidad foránea sirvió para magnificar la diferencia de goles en el marcador. Lo esperado.
Día D, Hora H. Nadie quería faltar a la cita. El decorado, único. Insuperable. Después de nueve años, un equipo de Primera División volvía a rendir cuentas en el Salto del Caballo, estadio que contó con la presencia de más de 6600 espectadores. En lo que atañe al plano táctico, Borja Bardera sabía que enfrente tenía un titán. Un trasatlántico. El heptacampeón de Europa. Así que el técnico madrileño compuso el once de gala, el de las noches de tronío.
No se durmió en los laureles el cuadro de casa, que, por medio de Gonzalo Saiz, generó el primer córner del encuentro tras un disparo virulento desde fuera del área en los compases iniciales. A renglón seguido, Joselu Friaza, el máximo artillero de los verdiblancos, estrenó los guantes de Nyland. Dos embestidas en apenas un pestañeo que ilusionaron a la parroquia local. No era una utopía pensar en el 1-0.
Alegría pasajera
La fe mueve montañas. El Toledo, llevado en volandas por su afición, encontró la aguja en el pajar. A balón parado, Brunet adelantó a los suyos gracias a un remate poco ortodoxo. Empaló con el alma. Y, por ende, se desató la euforia. Sin embargo, la alegría fue pasajera. Efímera. Cuatro minutos más tarde, el Sevilla rubricó la igualada. Peque sacó tajada de un excelso demarque a la espalda de la zaga toledana y chutó con todo a favor, burlando así la salida de un Christian Gómez que no pudo hacer nada para eludir el empate.
La alegría verde por el único gol local. Foto: Rebeca Arango.
Con las tablas de nuevo en el marcador, el bloque hispalense quiso destronar el entramado defensivo de Bardera. Así pues, Peque y Ejuke, una navaja suiza por banda, tuvieron oportunidades claras para convertir. Aún así, la escuadra castellanomanchega registró varios testarazos de Friaza que acabaron fuera de la meta por cuestión de centímetros. Faltó tino. Pero el rival no perdonó.
Una vez que el tiempo de asueto apremiaba al Sevilla, Januzaj firmó el 1-2 por medio de un envío cálido. Antes del pitido final se produjo otra ocasión de peligro. Esta vez, Akor puso a prueba los reflejos del cancerbero.
El Sevilla mete una marcha más
En el arranque del segundo periodo, la entidad sevillista metió tierra de por medio a fin de evitar cualquier tipo de susto innecesario. En el 47’, Januzaj logró ejecutar un chut imparable con la zurda. Mandó la pelota al fondo de las mallas. Por algo están las categorías en el fútbol. Esos detalles de calidad marcan la diferencia y ponderan mucho en este tipo de partidos.
A pesar de las mal dadas, el elenco verdiblanco no levantó la bandera de la rendición. Gozó de algunas llegadas, aunque, justo a la hora de choque, Kike Salas aumentó la renta en el luminoso. Su volea, canela en rama. Con el 1-4, el preparador verdiblanco agitó el avispero. Introdujo cuatro cambios de una tacada. Del mismo modo, Almeyda también metió piernas frescas. En cualquier caso, el duelo comenzó a perder burbuja. Normal. Ya estaba el pescado vendido.
Ficha del partido
CD Toledo: Christian Gómez, Stevens, Brunet, Nader (Meneses, minuto 67), Luna, Nanclares (De la Rosa, minuto 67), Neco (Willy, minuto 67), Gonzalo Saiz, Chupi (Kike Peña, minuto 80), Molina y Joselu Friaza (Hornero, minuto 67).
Sevilla FC: Nyland, Oso (Suazo, minuto 59), Kike Salas, Ramón (Carmona, minuto 80), Juanlu, Manu Bueno, Januzaj (Gudelj, minuto 67), Peque, Alfon (Vargas, minuto 80), Ejuke (Andrés López, minuto 67) y Akor.
Tarjetas (árbitro, Cuadra Fernández): Neco (amarilla, 12’), Oso (amarilla, 14’) y Nanclares (amarilla, 45’).
Goles: 1-0, Brunet (minuto 16). 1-1, Peque (minuto 21). 1-2, Januzaj (minuto 39). 1-3, Januzaj (minuto 47). 1-4, Kike Salas (minuto 60).
Crónica: Mario Peñalver.